Un nuevo comienzo

71 6 4
                                    

Con Jin Guangyao capturado y su amenaza eliminada, la calma volvió a la secta Jiang. Los líderes de las sectas se reunieron para discutir el destino de Jin Guangyao y asegurar que sus aliados restantes fueran neutralizados. La cooperación entre las sectas fue crucial para restablecer la paz en el mundo de los cultivadores.

Jiang Cheng y Lan Xichen, después de días de intensas batallas y emociones, finalmente tuvieron un momento de respiro. Decidieron pasar unos días tranquilos en los recesos de las nubes, disfrutando de la compañía del otro y recuperándose de los eventos recientes.

En uno de esos días tranquilos, Jiang Cheng y Lan Xichen estaban caminando por los serenos jardines de la secta Lan. La brisa suave y el sonido de las hojas susurrando proporcionan un ambiente pacífico, perfecto para una conversación sincera.

Lan Xichen: "Jiang Cheng, he estado pensando mucho en todo lo que ha pasado. No puedo evitar preocuparme por ti, incluso cuando intentas manejar las cosas solo".

Jiang Cheng: "Lo sé, Zewu-jun. Y aprecio tu preocupación. Pero también debes confiar en mí. Puedo cuidar de mí mismo".

Lan Xichen: "Lo haré. Pero eso no significa que dejaré de protegerte. Somos un equipo, ¿recuerdas?"

Jiang Cheng irritando, asintiendo.

Jiang Cheng: "Sí, lo somos. Y juntos, podemos superar cualquier cosa".

Mientras continuaban caminando, Wei Wuxian y Lan Wangji aparecieron, con Wei Wuxian luciendo especialmente travieso.

Wei Wuxian: "¡Ah, miren a ustedes dos! ¿Disfrutando de un momento romántico en los jardines?"

Lan Xichen: "Wei Ying, ¿nunca deja de bromear?"

Wei Wuxian: "¿Y perderme la diversión? Nunca. Pero en serio, es bueno verlos relacionados. Se lo merecen."

Lan Wangji: "Mn. La paz es bienvenida después de tanto caos".

Wei Wuxian: "Además, tengo algo para ustedes. Bueno, más bien para ti, Jiang Cheng".

Jiang Cheng: "¿Para mí? ¿Qué es?"

Wei Wuxian sacó un pequeño paquete y se lo entregó a Jiang Cheng. Al abrirlo, encontró un talismán protector, hecho con gran cuidado y detalle.

Wei Wuxian: "Es un talismán de protección. No es tan potente como las técnicas de Lan Zhan, pero debería ayudar a mantener alejados a los malos espíritus ya las personas indeseables".

Jiang Cheng: "Gracias, Wei Wuxian. Es... un gesto muy considerado".

Wei Wuxian: "No hay de qué. Después de todo, somos familia, ¿no? Y las familias se cuidan entre sí".

Lan Xichen: "Gracias, Wei Ying. Es un buen regalo".

Con el tiempo, las sectas continuaron trabajando juntas para asegurar la paz y la estabilidad en el mundo de los cultivadores. Los lazos entre ellos se fortalecieron, y la confianza mutua creció.

Un día, mientras Jiang Cheng y Lan Xichen estaban sentados en un mirador, observando el atardecer, Lan Xichen tomó la mano de Jiang Cheng.

Lan Xichen: "He estado pensando en el futuro, Jiang Cheng. Quiero que sepas que siempre estará a tu lado, sin importar lo que venga".

Jiang Cheng: "Y yo estaré a tu lado, Zewu-jun. Juntos, construiremos un futuro lleno de paz y felicidad".

Lan Xichen: "Sí, juntos."

El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo con tonos dorados y rosados ​​mientras Jiang Cheng y Lan Xichen caminaban por los jardines, sus manos entrelazadas y sus corazones llenos de esperanza. Tras compartir un beso, sintieron que todo el dolor y las dificultades que habían enfrentado quedaron atrás, reemplazadas por la promesa de un futuro lleno de amor.

Mientras continuaban su paseo, un suave llanto irrumpió en la tranquila tarde. Jiang Cheng y Lan Xichen se miraron, sorprendidos, y siguieron el sonido hasta unos arbustos cercanos. Ahí, entre las hojas, encontraron un bebé envuelto en una manta simple, de no más de cinco meses de nacido.

Lan Xichen se inclinó para levantar al bebé, quien dejó de llorar al sentir el calor de sus brazos. Jiang Cheng se acercó, acariciando suavemente la mejilla del pequeño, sintiendo una conexión instantánea con él.

Lan Xichen: Parece que el destino nos ha traído un regalo inesperado.

Jiang Cheng asintió, conmovido por la inocencia en los ojos del bebé.

Jiang Cheng: Es como si este pequeño fuera una nueva oportunidad para nosotros, una señal de que nuestro futuro juntos será brillante.

Lan Xichen: Lo cuidaremos y lo amaremos como a nuestro propio hijo. Lo llamaremos Lan Jingyi, en honor a nuestra unión y el nuevo comienzo que representa.

Con esa decisión, la pareja vendió no solo su amor, sino también su compromiso de criar al pequeño con todo el amor y cuidado que se merecía. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Jiang Cheng y Lan Xichen caminaron de regreso a la residencia, sabiendo que a partir de ese momento, su vida estaría completa con la llegada de su hijo, Lan Jingyi.

Este inesperado hallazgo selló la promesa de un nuevo comienzo, uniendo a la familia que comenzaban a formar, listos para enfrentar el futuro con amor, fortaleza y esperanza.


HANAHAKI (XICHENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora