Batalla decisiva

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En la secta Qinghe Nie, la tranquilidad de la noche era interrumpida por una presencia inquietante. Jin Guangyao, aún herido y humillado por sus enfrentamientos anteriores, había decidido lanzar un último ataque desesperado contra sus enemigos. Convocó a los aliados restantes que le quedaban dentro del clan Jin y planeó un asalto final para recuperar su honor y vengarse de aquellos que le habían humillado.

Mientras tanto, en la secta de los Lan, Lan Xichen y Jiang Cheng estaban disfrutando de una rara noche tranquila juntos. Después de los eventos recientes, Lan Xichen había estado trabajando duro para mantener sus celos bajo control y disfrutar de los momentos que tenían juntos. Sin embargo, esa noche, un mensajero llegó con noticias urgentes.

Mensajero: "Zewu-jun, Jiang-zongzhu, hay informes de movimiento sospechoso cerca de Qinghe Nie. Jin Guangyao podría estar preparando un ataque".

Lan Xichen: "Gracias por la información. Jiang Cheng, debemos irnos de inmediato".

Jiang Cheng: "Estoy listo. No podemos dejar que Jin Guangyao cause más problemas".

Reunieron rápidamente a un grupo de cultivadores de confianza y partieron hacia Qinghe Nie. Al llegar, encontraron la secta en alerta máxima. Nie Huaisang los recibió en la entrada.

Nie Huaisang: "Me alegra verlos. Hemos estado recibiendo informes de que Jin Guangyao está reuniendo a sus seguidores para un ataque. Necesitamos su ayuda para defendernos".

Lan Xichen: "Estamos aquí para ayudar. ¿Cuál es la situación actual?"

Nie Huaisang: "Hemos desplegado a nuestros mejores guerreros para patrullar los límites, pero Jin Guangyao es astuto. No sabemos exactamente cuándo o por dónde atacará".

Mientras discutían la estrategia, los sonidos de combate comenzaron a resonar desde los límites de la secta. Los cultivadores de Jin Guangyao habían comenzado su ataque.

Wei Wuxian y Lan Wangji, quienes también habían sido alertados, llegaron justo a tiempo para unirse a la batalla.

Wei Wuxian: "¡Parece que llegamos justo a tiempo para la diversión! Lan Zhan, ¡vamos a mostrarles de qué estamos hechos!"

Lan Wangji: "Mm."

Jiang Cheng: "Wei Wuxian, ¿puedes dejar de bromear por un momento? Esto es serio".

Wei Wuxian: "Lo sé, lo sé. Solo intento aligerar el ambiente".

Lan Xichen: "Wei Ying, tu ayuda es crucial. Vamos a acabar con esto de una vez por todas".

La batalla estalló en toda su intensidad. Los cultivadores lucharon valientemente contra los seguidores de Jin Guangyao. Wei Wuxian, con su ingenio y habilidades, desató un aluvión de técnicas que desorientaron a los enemigos. Lan Wangji, con su serenidad imperturbable, se movía con gracia letal, abatiendo a cualquier enemigo que se cruzara en su camino.

Jiang Cheng, empuñando a Zidian, se enfrentaba a múltiples enemigos a la vez, su determinación y fuerza inquebrantables. Lan Xichen, siempre a su lado, luchaba con una ferocidad nacida del amor y la protección.

En medio del caos, apareció Jin Guangyao, buscando a sus principales enemigos. Su mirada se cruzó con la de Lan Xichen y Jiang Cheng.

Jin Guangyao: "¡Zewu-jun! ¡Jiang-zongzhu! Pensaron que podía humillarme y salir impunes. ¡Ahora pagarán por su insolencia!"

Lan Xichen: "Jin Guangyao, esto termina hoy. No permitiremos que cause más daño".

Jiang Cheng: "Tu reinado de terror se acaba aquí".

La confrontación final fue intensa. Jin Guangyao, en su desesperación, luchó con una ferocidad inesperada. Sin embargo, Lan Xichen y Jiang Cheng, luchando juntos, eran imbatibles. Con un esfuerzo combinado, lograron desamarrar y someter a Jin Guangyao.

Wei Wuxian: "¡Buen trabajo, Zewu-jun! ¡Jiang Cheng! Eso fue impresionante".

Lan Wangji: "Mn. El peligro ha pasado".

Nie Huaisang: "Gracias a todos. No podríamos haber defendido nuestra secta sin su ayuda".

Con Jin Guangyao capturado, la amenaza inmediata había sido neutralizada. La secta Qinghe Nie estaba a salvo, y la paz comenzaba a regresar. Pero sabían que aún quedaban desafíos por enfrentar.

Lan Xichen: "Jiang Cheng, esto no ha terminado del todo. Debemos asegurarnos de que Jin Guangyao no vuelva a representar una amenaza".

Jiang Cheng: "Lo sé. Pero por ahora, hemos ganado esta batalla. Vamos a disfrutar de este momento".

Lan Xichen ascendió, abrazando a Jiang Cheng con fuerza. Sabía que, juntos, podíamos superar cualquier cosa.

HANAHAKI (XICHENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora