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Capítulo 11: La Noche silenciosa
Shinobu y Iguro se quedaron en el claro del bosque mientras la noche caía lentamente sobre ellos. El cielo se tiñó de tonos oscuros y estrellados, creando un ambiente sereno y tranquilo a su alrededor. Decidieron caminar juntos, disfrutando del silencio y la paz que la noche les ofrecía.
Caminaron en silencio, sintiendo la conexión profunda que existía entre ellos. El suelo cubierto de hojas crujía bajo sus pies mientras se dirigían hacia un puente que cruzaba un lago sereno. A medida que se acercaban al puente, notaron que a ambos lados del lago había árboles de sakura, cuyas delicadas flores rosadas brillaban bajo la luz de la luna.
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Shinobu se detuvo un momento para admirar las flores de sakura, cuyos pétalos caían lentamente al suelo como pequeñas estrellas fugaces. Iguro la observaba con una sonrisa suave, agradecido por compartir este momento con ella.
Shinobu: Me gusta venir aquí a veces para reflexionar, lo sabías Igurito.
Iguro: No, pero... Es un buen lugar para encontrar paz.
Decidieron cruzar el puente juntos, sintiendo la calma del lago bajo ellos mientras avanzaban. La luz de la luna se reflejaba en las aguas tranquilas, creando un espectáculo de luces y sombras que parecía sacado de un cuento de hadas.
Shinobu: Gracias por acompañarme esta noche, Iguro.
