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Capítulo 12: Pasión Desatada
Iguro Obanai se encontraba mirando su reflejo en el espejo, admirando el nuevo haori que le había regalado su querida novia, Shinobu Kocho. Este haori, a diferencia del antiguo de rayas negras y blancas, tenía un diseño intrincado de escamas de serpiente en los mismos colores. La textura y el patrón daban la impresión de que Iguro llevaba puesta la piel de una serpiente, reflejando su espíritu y fortaleza.
Shinobu, su mariposita y futura esposa, no podía dejar de mirarlo con una mezcla de admiración y amor. Sus ojos brillaban mientras lo observaba, y una sonrisa juguetona se dibujaba en sus labios.
Iguro: Mariposita, este haori es perfecto. Me siento más fuerte y seguro con él, como una serpiente de verdad. —dijo con una sonrisa sincera y llena de amor.
Shinobu: Me alegra que te guste. Quería que tuvieras algo especial, algo que represente nuestra conexión y nuestro amor. —dijo con su sonrisa típica.
Iguro se acercó a Shinobu, tomando su mano suavemente. La calidez de su tacto le recordaba lo afortunado que era de tenerla a su lado. La luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando la habitación y creando un ambiente íntimo y acogedor.
Iguro: Eres increíble, Kocho. No sé cómo tuve tanta suerte de encontrarte. —susurró, acercándose aún más.
Shinobu: Y yo no puedo imaginar mi vida sin ti, Igurito. —respondió, susurrando dulcemente, mientras levantaba la otra mano para acariciar suavemente la mejilla de Iguro.
Los dos se miraron en silencio por unos momentos, dejando que sus corazones hablaran por ellos. El amor que compartían era profundo y apasionado, y cada pequeño gesto lo demostraba. La conexión entre ellos era inquebrantable, como las escamas de una serpiente protegiendo su piel.
Iguro: Prometo cuidarte y protegerte siempre, Kocho. No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado. —dijo con determinación.
Shinobu: Y yo te prometo lo mismo, Igurito. Nuestro amor es eterno, y nada ni nadie podrá separarnos. —contestó, sellando su promesa con un beso suave pero lleno de pasión.
Iguro miró los ojos de su novia y le susurró:
Iguro: Kocho ¿Recuerdas cuando me dijiste que querías tener seis hijos? Cuatro niñas y dos niños. —dijo, con una sonrisa traviesa.
Shinobu asintió, recordando perfectamente esa conversación.
Iguro: Creo que ya quiero a nuestro primer hijo. ¿Cuál quieres que llegue primero? —susurró, enumerando los nombres—. A. Azumi Obanai. B. Sumire Obanai. C. Pinku Obanai. D. Hanagaki Obanai. E. Haruto Obanai. F. Ibi Obanai.
Shinobu lo miró con ternura, sus ojos brillando con amor y emoción.
Shinobu: No podemos saber si será niña o niño, pero quiero que nuestro primer hijo sea Ibi Obanai. —dijo, su voz llena de esperanza y cariño.
