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una flor silvestre

Merlina y Enid vivían en el pequeño pueblo de Faedal, rodeado de colinas verdes y un bosque antiguo donde los árboles susurraban historias de tiempos pasados. 

Desde pequeñas, Merlina y Enid eran inseparables. Se conocieron un cálido día de primavera mientras recogían flores silvestres cerca del arroyo que serpenteba por el pueblo. 

Merlina, con su cabello oscuro como el ébano y ojos profundos como pozos de conocimiento, cautivó el corazón alegre y travieso de Enid, cuyo cabello era rubio como los campos de trigo en verano y su risa, contagiosa como el canto de los pájaros al amanecer.

A medida que crecían, su amistad se transformó en algo más profundo...

Merlina encontraba paz en la risa de Enid, mientras que Enid descubrió en Merlina un alma gemela, alguien que entendía sus sueños y temores sin necesidad de palabras. 

Juntas compartieron secretos bajo la luz de la luna, exploraron senderos desconocidos en el bosque y construyeron castillos de sueños tejidos con hilos de esperanza.

Sin embargo, como en todas las historias de amor, surgieron desafíos. El pueblo, arraigado en tradiciones antiguas, no siempre comprendía la conexión especial entre Merlina y Enid.

 Hablaban en susurros sobre ellas, cuestionando su cercanía y la naturaleza de su relación. Pero el amor entre Merlina y Enid era como una flor silvestre que crece entre las grietas del pavimento: resistente, hermoso y desafiante.

Una noche, bajo la luz plateada de la luna llena, Merlina tomó la mano de Enid y la miró con ojos llenos de promesas.

-No importa lo que digan los demás -susurró Merlina. - Eres mi hogar, Enid. Mi corazón te pertenece, te amo Enid- exclamo Merlina.

Enid sonrió con lágrimas brillando en sus ojos y respondió con voz clara como el agua del arroyo que corría cerca de donde se conocieron.

-Y tú eres mi luz, Merlina. Juntas somos más fuertes que cualquier rumor o mirada de juicio- susurró Enid.

Así, Merlina y Enid construyeron su propio camino, desafiando las expectativas y encontrando el amor y la aceptación en los rincones más inesperados del pueblo de Faedal.

Su historia de amor floreció como las flores en primavera, siempre creciendo y renovándose bajo el cuidado amoroso de dos almas destinadas a estar juntas.

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Hola como estan, bueno la historia es diferente pero para la proxima les dare una historia de romancey pacion. Gracias por el apoyo les agradezco con corazón.

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" besito apasionado"