Después de la semana de exámenes, Hogwarts se sumía en una calma tensa. Los estudiantes disfrutaban de un merecido descanso antes de recibir los resultados y de que las clases terminaran oficialmente. Hayden Bennett, aunque aliviado por haber terminado los TIMOS, seguía enfocado en las dinámicas de estudio y los proyectos académicos que aún quedaban por completar.Una tarde soleada, mientras Hayden caminaba por un pasillo menos transitado del castillo, se encontró con un grupo de chicos de Slytherin liderados por Theodore Nott. Los chicos lo rodearon con expresiones burlonas y maliciosas en sus rostros.
-¿Miren quién está aquí? El sangre sucia de Hufflepuff -dijo Theodore con una sonrisa siniestra, mientras sus compañeros reían anticipando lo que estaba por venir.
Hayden apretó los puños, preparándose mentalmente para lo peor.
-¿Qué quieren esta vez? -preguntó Hayden, tratando de mantener la calma a pesar del creciente nerviosismo.
Theodore se acercó a Hayden con una mirada fría y despectiva.
-Solo queremos enseñarte tu lugar, Bennett. En el suelo, junto con la basura.
Antes de que Hayden pudiera reaccionar, Theodore lanzó un hechizo con su varita. Un chorro de agua fría y oscura brotó de la punta de la varita, empapando a Hayden por completo. El agua olía a moho y era imposible de quitar, dejando a Hayden empapado y sintiéndose repulsivo.
Los chicos de Slytherin estallaron en carcajadas, disfrutando de su propia crueldad mientras observaban a Hayden con desprecio. La humillación y la vergüenza se apoderaron de él, sintiéndose completamente desamparado y vulnerable.
En ese momento, una voz fría y cortante interrumpió la escena.
-¿Qué está pasando aquí?
Todos los presentes se voltearon para ver a Draco Malfoy de pie en el umbral del pasillo, con una expresión de disgusto y desdén en su rostro. Detrás de él, Harry Potter observaba la escena con ceño fruncido y una intensidad que no pasaba desapercibida.
-Solo estábamos divirtiéndonos un poco, Malfoy. Nada importante -respondió Theodore con arrogancia.
Draco avanzó hacia ellos con paso firme, sus ojos fríos clavados en los chicos de Slytherin.
-Esto es patético incluso para ustedes. Larguémonos de aquí -dijo Draco con desdén.
Los chicos de Slytherin se retiraron rápidamente ante la mirada amenazadora de Draco, dejando a Hayden solo en el pasillo con su vergüenza y humillación.
Harry se acercó a Hayden con cautela, observando el agua que lo cubría y el temblor en sus manos.
-¿Estás bien, Hayden? -preguntó Harry con voz suave y comprensiva.
Hayden estaba de pie en medio del pasillo, los hombros caídos y las lágrimas surcando sus mejillas. La frustración se reflejaba en su rostro mientras intentaba contener sollozos ahogados. A su lado, Harry, con expresión comprensiva, se quitó rápidamente la túnica negra que llevaba sobre los hombros y se la colocó con delicadeza a Hayden.
- Vamos, Hayden - dijo Harry suavemente, levantándolo con cuidado en brazos. Hayden se aferró instintivamente a él, buscando consuelo en el abrazo reconfortante que Harry le ofrecía. Draco, que había estado observando desde la distancia, notó cómo las lágrimas de Hayden brillaban a la luz del pasillo y cómo se aferraba a Harry con desesperación.
El gesto de Harry hacia Hayden resonó en el aire tenso del pasillo, revelando una faceta de compasión y empatía que pocos veían en el joven mago. Draco, por su parte, permaneció en silencio, reflexionando sobre lo que acababa de presenciar, captando la dinámica entre ambos magos que, aunque pertenecían a diferentes casas y tenían historias divergentes, compartían un momento humano de apoyo y consuelo mutuo.
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En la tranquila enfermería de Hogwarts, Hayden descansaba en una cama, sintiéndose débil por un leve resfriado que había atrapado. Su expresión cansada reflejaba la incomodidad de la enfermedad. Desde la puerta, Draco observaba con una mezcla de preocupación y curiosidad.Decidiendo acercarse con cautela, Draco entró en la habitación y se detuvo junto a la cama de Hayden. El joven enfermo levantó la mirada con sorpresa al ver a Draco, quien le ofreció una pequeña sonrisa tranquilizadora.
- ¿Cómo estás, Hayden?- preguntó Draco con voz suave.
- No muy bien - respondió Hayden con sinceridad, sintiéndose algo avergonzado por su estado.
Draco asintió comprensivamente y se quitó la túnica que llevaba puesta. Con cuidado, la colocó sobre los hombros de Hayden para abrigarlo mejor.
-Espero que esto te ayude a sentirte un poco mejor- dijo Draco con tono tranquilo.
Hayden se acomodó bajo la túnica, sintiendo el suave aroma a sándalo que emanaba de la prenda.
- Gracias, Draco - murmuró Hayden, con una sonrisa leve. - Tu túnica sigue oliendo a sándalo.-
Draco arqueó una ceja, ligeramente sorprendido por el comentario, pero luego asintió con una sonrisa. - Es una de mis fragancias favoritas. Me alegra que te guste.-
Ambos jóvenes compartieron un momento de tranquilidad y entendimiento en medio de la quietud de la enfermería. Hayden se sintió reconfortado por el gesto de Draco, quien demostró una faceta más amable y comprensiva de sí mismo.
[ 𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 ]
Me encontraba de pie junto a la cama de Hayden en la tranquila enfermería de Hogwarts. Observaba cómo respiraba pausadamente, sumido en un sueño profundo que parecía brindarle algo de alivio. Había algo en él que llamaba mi atención de manera inusual, algo que no podía ignorar pero que no lograba identificar de inmediato.
En silencio, repasé mentalmente las características de Hayden. Su cabello castaño ondulado caía suavemente sobre la almohada, contrastando con la palidez de su rostro. Sus ojos cafés, que normalmente mostraban determinación y a veces un destello de inquietud, ahora estaban cerrados en paz. Me percaté de sus pestañas largas y rizadas, que parecían danzar ligeramente con cada respiración tranquila.
Mis ojos se detuvieron en sus labios finos y bien formados, curvados suavemente en un gesto de serenidad mientras dormía. De repente, me di cuenta de lo absurdo de mis pensamientos. ¿Por qué me detenía en esos detalles? ¿Por qué me importaba cómo se veía Hayden mientras dormía?
Fue entonces cuando me di cuenta de la verdad incómoda que había estado evitando: para ser un sangre sucia, Hayden era sorprendentemente atractivo. No pude negar la belleza de sus rasgos, la armonía en su rostro que de alguna manera trascendía las etiquetas y diferencias que nos habían separado en el pasado.
Sacudí ligeramente la cabeza para despejar mis pensamientos y me obligué a apartar la mirada. Esta nueva perspectiva sobre Hayden era confusa y desconcertante. ¿Desde cuándo me preocupaba por la apariencia de alguien que, según todas las convenciones de mi educación, debería ser simplemente otro estudiante más?
Con un suspiro silencioso, decidí dejar de analizarlo. Observé a Hayden una vez más antes de salir de la enfermería, llevándome conmigo la extraña sensación de haber descubierto algo nuevo y perturbador sobre mí mismo.
☆○o。 Notas de la autora 。o○☆
Hola queridos lectores, espero que estén teniendo una bonita noche, tarde o día. Quiero comentarles que posiblemente a partir de este capítulo comenzaré a narrar en primera persona. Lamento mucho la demora, pero la escuela me consume mucho tiempo, aunque intentaré actualizar seguido.
¡Muchas gracias por leer!
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𝑬𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐×𝑯𝒂𝒚𝒅𝒆𝒏
FanfictionEn los pasillos de Hogwarts, las diferencias entre las casas Slytherin y Hufflepuff nunca han sido más evidentes. Draco Malfoy, orgulloso y astuto, siempre ha mirado con desdén a los estudiantes de Hufflepuff, considerándolos demasiado simples y bon...