Capítulo 7: Tensiones en la Sala de Estudio

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La temporada de los TIMOS había llegado, y el ambiente en Hogwarts estaba más tenso que nunca. Los estudiantes, abrumados por la cantidad de información que debían asimilar, llenaban la sala de estudio, creando un murmullo constante de páginas pasando, plumas raspando y susurros ansiosos.

Hayden Bennett estaba sentado en una mesa en un rincón, rodeado de libros de pociones. Intentaba concentrarse en la receta de una Poción Multijugos, pero su mente divagaba continuamente hacia el encuentro con Draco Malfoy en el baño de prefectos. A pesar de los esfuerzos de Draco por mantenerlo alejado, Hayden no podía dejar de pensar en él.

Mientras leía, escuchó una voz familiar que maldecía en francés. Levantó la vista y vio a Draco al otro lado de la sala, rodeado de libros y pergaminos. Draco estaba visiblemente frustrado, tirándose de la corbata con impaciencia y alborotándose el cabello con las manos. Hayden se quedó mirándolo por un momento, fascinado por la intensidad de su frustración. Era un gesto tan humano, tan vulnerable, que le resultaba imposible no encontrarlo atractivo.

Inmediatamente, Hayden se sintió avergonzado por sus pensamientos y bajó la mirada, tratando de concentrarse nuevamente en su libro. "No puedes pensar así," se reprendió mentalmente. "Es Draco Malfoy. No puede ser nada más."

A su lado, Leo notó su incomodidad y lo miró con curiosidad.

—¿Estás bien, Hayden? Pareces distraído.

Hayden asintió rápidamente, forzando una sonrisa.

—Sí, solo... estos exámenes me están volviendo loco.

Leo rió, compartiendo su sentimiento.

—A todos nos están volviendo locos. Pero hay que seguir adelante, ¿verdad?

Hayden asintió, agradecido por el apoyo de su amigo. Volvió a centrarse en su libro, pero no pudo evitar lanzar miradas furtivas hacia Draco de vez en cuando. Cada vez que lo hacía, se sentía más confundido. ¿Por qué le importaba tanto lo que le pasaba a Draco? ¿Por qué no podía simplemente ignorarlo?

La tensión en la sala de estudio era palpable. Los estudiantes hablaban en susurros, intercambiando notas y tratando de calmarse mutuamente. Los profesores pasaban de vez en cuando, ofreciendo palabras de aliento y recordando a todos que descansaran lo suficiente.

Draco, sin embargo, parecía en su propio mundo de frustración. Continuaba maldiciendo entre dientes y moviéndose inquieto en su asiento. Hayden notó cómo sus manos temblaban ligeramente mientras pasaba las páginas de su libro de encantamientos. Se preguntó qué era lo que estaba tan mal para Draco, qué lo hacía sentirse así.

Finalmente, no pudo soportarlo más. Se levantó, fingiendo que necesitaba un libro de una estantería cercana, y pasó junto a la mesa de Draco. Cuando estaba lo suficientemente cerca, dejó caer una pequeña nota en su mesa, sin detenerse.

Draco miró la nota con desconfianza antes de abrirla. En ella, Hayden había escrito: "Si necesitas ayuda con algo, estoy aquí. No tienes que hacerlo todo solo."

Draco levantó la mirada, buscándolo con los ojos. Hayden ya estaba de vuelta en su asiento, fingiendo estar absorto en su libro de pociones. Sintió el peso de la mirada de Draco sobre él, pero no se atrevió a levantar la vista.

El resto de la tarde pasó sin incidentes. Los estudiantes seguían inmersos en sus estudios, y poco a poco, algunos comenzaron a retirarse, exhaustos. Cuando la sala de estudio finalmente se vació, Hayden recogió sus cosas y se dirigió hacia la salida. Antes de cruzar la puerta, sintió una mano en su hombro.

Se giró y se encontró con Draco, quien lo miraba con una mezcla de curiosidad y desdén.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó Draco, sosteniendo la nota en su mano.

𝑬𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐×𝑯𝒂𝒚𝒅𝒆𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora