𝑬𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐×𝑯𝒂𝒚𝒅𝒆𝒏

Capítulo 16: Reacciones y Revelaciones

El camino hacia mi dormitorio se sintió más largo de lo habitual, cada paso pesado con la confusión y la incertidumbre que había dejado atrás. Mis pensamientos giraban en torno a Hayden y a lo que había dicho. Había sido directo, tal vez demasiado, pero necesitaba que supiera que no era solo un juego.

Una vez en mi habitación, cerré la puerta con un golpe seco, como si de esa manera pudiera alejar el conflicto interno que me atormentaba. Me dejé caer en la cama, mirando al techo mientras intentaba procesar la montaña rusa de emociones que me había invadido. El odio que siempre había sentido por él parecía desvanecerse lentamente, reemplazado por una curiosidad incómoda y un deseo que no sabía cómo manejar.

Me acordé de la risa de Hayden, de cómo su mirada se iluminaba cuando estaba feliz. Esa imagen contrastaba con la imagen que siempre había tenido de él como un "sangre sucia", una noción que estaba empezando a desmoronarse. Tenía que reconocer que había algo más en él, algo que desafiaba todo lo que había aprendido de mi familia y de la sociedad mágica en general.

—Malfoy, ¿estás bien? —La voz de Pansy interrumpió mis pensamientos. La puerta se abrió un poco, y su cabeza asomó. Parecía preocupada.

—No estoy de humor, Pansy —respondí, sin ganas de tener una conversación trivial.

—Oh, vamos. Sabes que siempre me interesa tu drama —dijo mientras entraba en la habitación, cruzando los brazos.

—No hay drama —mentí, aunque sabía que estaba lejos de la verdad.

—¿Y por qué te veo así? Como si hubieras visto un fantasma —insistió, acercándose un poco más.

—Porque he tenido un día largo —dije, intentando mantener la calma. Pero era inútil. Pansy podía leerme como un libro abierto.

—¿Algo que ver con Bennett? —preguntó, y su tono era ligero, como si estuviera disfrutando de mi incomodidad.

No podía evitar sonrojarme. Estaba claro que no podía escapar de esto, así que decidí ser honesto. —Hemos hablado. No sé qué hacer con esto.

Pansy se sentó a mi lado, su expresión se tornó seria. —¿Te gusta?

Las palabras me sorprendieron. La idea de que realmente pudiera gustarle a Hayden me provocaba tanto miedo como emoción. —No lo sé. Es complicado.

—No, Draco, no es complicado. O te gusta o no.

Su franqueza era refrescante, y sentí una necesidad de compartir mis pensamientos. —Él ha estado con Potter, y yo… No puedo soportar la idea de que alguien como él esté tan cerca de alguien que odio.

—Pero lo has besado, ¿verdad? —Pansy sonrió con picardía—. Eso debe significar algo.

Mi rostro se encendió. —No lo estoy haciendo por eso. Es solo que… es diferente.

—Diferente en qué sentido? —preguntó, inclinándose hacia mí con interés.

—Es solo que, a pesar de todo, no puedo evitar sentir algo. Y me irrita. —La frustración brotaba de mí. —Nunca debería haberle dado esa oportunidad.

—Así que te sientes atraído por un “sangre sucia” y eso te jode. —Pansy se echó a reír, y aunque estaba enojado, no podía evitar sentirme ligeramente aliviado de poder hablar de ello.

—No lo tomes a la ligera. Esto es serio para mí —insistí.

—Lo sé. Pero lo que sientes no se va a desvanecer solo porque desees que lo haga. —Pansy se puso seria nuevamente. —Tienes que averiguar lo que realmente quieres.