Capítulo 11: Un Despertar Bajo la Luz

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Hayden Bennett

El primer rayo de luz que se colaba por la ventana de la enfermería me despertó con suavidad. Parpadeé, intentando adaptarme a la luz tenue que iluminaba la sala. Mi cuerpo se sentía pesado, pero al menos ya no había dolor agudo; era más bien una sensación de cansancio, como si mi cuerpo estuviera recuperando fuerzas.

Me incorporé lentamente y vi a Harry Potter sentado a mi lado, mirando por la ventana. Su presencia era tan inesperada como reconfortante. La última vez que recordaba haberlo visto, había sido en medio del caos, pero ahora aquí estaba él, conmigo.

—Harry —dije, intentando que mi voz sonara más firme de lo que me sentía—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Harry se giró hacia mí con una sonrisa cálida, una que parecía iluminar toda la habitación. —Me quedé para asegurarme de que estuvieras bien. No podía irme sin saber cómo estabas.

Sentí un nudo en la garganta, pero traté de mantenerme calmado. —Gracias. En serio, no sé cómo agradecerte por defenderme. No solo me salvaste de una situación desagradable, sino que también me has dado algo en lo que pensar.

Harry se inclinó un poco más cerca, su mirada se suavizó mientras me observaba. —No tienes que agradecerme. Solo hice lo que creí que era correcto. A veces, las cosas no son tan simples como parecen. Me alegra saber que estás bien.

Nos quedamos en silencio un momento, el ambiente estaba cargado de una nueva sensación de intimidad. Harry parecía estar completamente presente, y no podía evitar notar cómo su atención estaba centrada en mí de una manera que me resultaba reconfortante y desconcertante al mismo tiempo.

—Así que, ¿qué te pasó exactamente? —preguntó Harry, su tono era curioso y comprensivo—. ¿Te han estado haciendo la vida difícil?

Lo miré a los ojos, encontrando un sincero interés en su mirada. —No es exactamente así. Hay algunas personas que no están contentas con la idea de que yo sea parte de esta escuela, pero eso no es nuevo. Lo que pasó fue... inesperado. Y verte ahí, en medio de todo eso, fue una sorpresa.

Harry sonrió con una leve mueca, como si estuviera contento de escuchar eso. —A veces, las sorpresas no siempre son malas. Creo que hay algo de valor en enfrentarse a lo inesperado y descubrir cosas nuevas sobre uno mismo.

La forma en que me miraba me hizo sentir un cosquilleo en el estómago. Su presencia, su cercanía, todo parecía tan cálido y auténtico. La charla tomó un giro más personal y ligero.

—Sabes, Harry —dije, tratando de relajarme—, no es algo que esperaría decir, pero me alegra que hayas estado allí. A veces, en Hogwarts, las cosas pueden ser tan frías y distantes. Es bueno saber que hay personas que realmente se preocupan.

Harry se acercó un poco más, su sonrisa se volvió más juguetona. —A veces, lo que necesitamos es un poco de calidez. No siempre es fácil encontrarla, pero eso no significa que no haya personas dispuestas a dártela.

Sentí una conexión que no podía ignorar. Mirar a Harry a los ojos, con esa intensidad y ternura, me hizo darme cuenta de que había algo más entre nosotros, algo que iba más allá de simples palabras de agradecimiento. La manera en que se comportaba, su forma de mirar, todo sugería un interés que me hacía sentir especial.

—Harry, ¿crees que podríamos… seguir hablando de esto más tarde? Me gustaría descansar un poco más —dije, sintiendo una mezcla de timidez.

Harry asintió, su mirada se suavizó aún más. —Por supuesto, me encantaría. A veces, las mejores conversaciones empiezan después de una pequeña pausa.

𝑬𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 || 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐×𝑯𝒂𝒚𝒅𝒆𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora