Mientras Granada seguía hablando entusiasmado sobre su crush, Río intentaba mantener una expresión neutral, pero por dentro estaba sintiendo un creciente malestar. Cada mención de la chica parecía golpearlo de manera inesperada. Aunque intentaba disimularlo, sus gestos y respuestas se volvían más tensos con cada palabra de Granada.
—Y luego, cuando la vi en el parque, no pude evitar sonreír... —decía Granada, con una sonrisa radiante.
Río asentía brevemente, pero su mandíbula se apretaba ligeramente. Se sentía incómodo e irritado, una mezcla de emociones que no sabía cómo manejar. Cada vez que Granada mencionaba a la chica, una punzada de celos lo invadía, pero él no quería admitirlo, ni siquiera para sí mismo.
Nueva, observando desde la distancia, comenzaba a comprender lo que estaba sucediendo. Era evidente que Río estaba sintiendo algo más que amistad por Granada, y las menciones al crush solo exacerbaban su incomodidad. Decidió acercarse discretamente para intentar calmar las aguas antes de que la situación empeorara.
—Oye, Granada, ¿por qué no vienes conmigo un momento? Hay algo que quiero mostrarte afuera —intervino Nueva, buscando una excusa para sacar a Granada de la habitación.
Granada, sin darse cuenta del malestar de Río, asintió con entusiasmo y siguió a Nueva hacia el patio trasero. Río se quedó solo en la sala, sintiéndose aliviado por un momento. Respiró profundamente, tratando de controlar sus emociones tumultuosas.
Bolivia se acercó a Río, notando su estado de ánimo.
—¿Estás bien, Río? —preguntó Bolivia con suavidad.
Río se pasó una mano por el cabello, sintiéndose avergonzado por haber dejado que sus emociones tomaran el control.
—Sí, solo... necesito un momento —respondió Río, intentando sonar tranquilo.
Bolivia le dedicó una mirada comprensiva.
—Entiendo. Es difícil ver a alguien que te importa hablar de alguien más de esa manera —dijo Bolivia, con empatía.
Río asintió, agradeciendo el gesto de comprensión de Bolivia. Se sentía confundido y frustrado consigo mismo por no saber cómo manejar sus sentimientos hacia Granada. Sabía que tenía que encontrar una manera de enfrentar la situación y resolver sus propias emociones antes de que afectaran su amistad con Granada.
Mientras tanto, afuera, Granada escuchaba distraídamente a Nueva hablar sobre algo en el jardín, pero su mente seguía divagando hacia la chica que le gustaba y la conversación con Río. No tenía idea de la tormenta emocional que había desatado en su amigo, ni de cómo esa situación cambiaría su dinámica en los días siguientes.
La noche avanzaba y Río había decidido quedarse a dormir en casa de Granada. La madre de Granada, preocupada por su bienestar y sabiendo que ya era tarde, les preparó una cena ligera. Río, por su parte, intentaba no darle vueltas a los pensamientos que lo atormentaban desde hacía horas.
Mientras cenaban, Río luchaba internamente con sus emociones. Por un lado, no podía evitar pensar en lo lindo que era Granada y en lo mucho que disfrutaba de su compañía. Pero por otro lado, sentía celos cada vez que la conversación volvía a la chica que le gustaba a Granada. Quería que Granada se alejara de ella, que solo pensara en él.
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¡Independencia!?
Randomtrata ehh... sobre los antiguos paises de latinoamerica, los cuales eh no se XD