Pasaron unos cuantos días, y Gran continuaba practicando con la espada contra un árbol mientras Granada le daba ánimos desde la distancia. Un día, durante uno de sus entrenamientos, Gran logró cortar un árbol grueso de un solo golpe. El árbol cayó al suelo con un estruendo, sorprendiendo tanto a Clara como a los dos chicos. Gran, asombrado, se apartó rápidamente antes de que el árbol cayera, cuestionándose cómo había logrado tal hazaña con tan poca fuerza.
Clara, preocupada, se acercó rápidamente para asegurarse de que Gran no estuviera herido. Mientras tanto, Granada observaba el árbol caído con asombro, impresionado por la habilidad de su hermano mayor.
Clara examinó a Gran, verificando que no tuviera ningún rasguño. A pesar de no encontrar ninguna herida, su preocupación no desapareció.
"Gran," dijo Clara con un tono serio, "no sé cómo lo hiciste, pero debemos tener cuidado. No quiero que te expongas a peligros innecesarios."
Gran asintió, todavía perplejo por su propio poder. "Lo sé, Clara. No planeaba hacerlo, solo... sucedió."
Granada, quien había estado observando en silencio, intervino. "¡Gran es el mejor! ¡Podrá protegernos de cualquier cosa!"
Clara sonrió débilmente, acariciando la cabeza de Granada. "Eso espero, pequeño. Pero la fuerza no lo es todo. Necesitamos ser inteligentes si vamos a enfrentarnos al Imperio Español."
Gran, aunque aún joven, sintió la responsabilidad que Clara le transmitía. "Lo sé, y no voy a dejar que nada les pase. Pero tengo que entender mejor lo que puedo hacer."
Clara lo miró con una mezcla de orgullo y preocupación. "Está bien, Gran. Entrena, pero con cuidado. Y recuerda, no estás solo. Todos estamos en esto juntos."
La noche cayó, y los tres se reunieron para cenar. La conversación giró en torno a la independencia, un tema que Gran no podía dejar de lado. Sabía que la lucha no sería fácil, pero con cada día que pasaba, sentía que el destino de su pequeña familia dependía de su fuerza y determinación.
Al día siguiente, una visita inesperada llegó: era Perú, quien había venido para ver cómo estaban sus hermanos. Clara le abrió la puerta con una sonrisa y le dijo que Gran y Granada aún estaban durmiendo. Perú, con un tono de broma, respondió:
"¡Qué perezosos! Siempre han sido así."
Clara se rió ante el comentario de Perú y le invitó a entrar. Ambos comenzaron a conversar mientras esperaban que los chicos se despertaran. Clara y Perú charlaron sobre los recientes eventos y cómo había sido su vida desde que se separaron. Perú le habló de las dificultades que había enfrentado y de cómo había llegado a adaptarse a su nueva vida.
La conversación se desvió hacia recuerdos compartidos y planes futuros. Perú mencionó su preocupación por la independencia y cómo todos estaban lidiando con la situación actual. Clara compartió su propio punto de vista, expresando su preocupación por el bienestar de Gran y Granada y su temor por el futuro.
Mientras conversaban, los sonidos de Gran y Granada despertando empezaron a llenar la casa. Finalmente, los dos hermanos se levantaron y se sorprendieron al ver a Perú en la puerta. Gran, aún medio dormido, sonrió al ver a su hermano.
"¡Perú! No esperábamos verte," dijo Gran, frotándose los ojos.
Perú se rió y le dio una palmada en la espalda. "Siempre he tenido que venir a ver cómo están mis hermanos, ¿verdad? ¿Cómo han estado?"
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¡Independencia!?
Randomtrata ehh... sobre los antiguos paises de latinoamerica, los cuales eh no se XD