Ángel Romero, gracias por tu respaldo, sin tus conocimientos profesionales mucho de esta historia sería un desastre.
Ricardo, por tus críticas al primer borrador.
Ned, por ser el mayor lector de esta historia y leer todas mis ideas y conceptos. ¡Eres el mejor!
A todos los que llegaron hasta aquí y buenamente me brindaron sus consejos.
Aviso importante, aquí las cosas comienzan a ponerse raras. Si lo que desean es continuar con la historia de Jill e Yrene, nos vemos en «La oscuridad que abraza» y posteriormente en «La luz que aniquila.»
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Si por otra parte desean leer como se desenvuelve la guerra y la relación de Iulius e Yrene, los invito a quedarse en «Las vidas que se roban».
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