🌻𝐂ó𝐦𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐛𝐢ó 𝐬𝐞𝐫 🎨 (𝐖𝐚𝐥𝐥𝐲 𝐱 𝐉𝐮𝐥𝐢𝐞)

XXIII- Es hora de hablar

- Las personas podrían aprender de sus errores si no estuvieran tan ocupadas negandolos

- Carl Jung
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Después de unos cuantos minutos de charla con su hermano mayor, Julie, un poco más tranquila, decidió subir para poder enmendar su error. No sin antes decirle a Jhonesy que podía quedarse todo el tiempo que quisiera en su casa. Jhonesy, agradeció y asintió sonriendo, pero antes necesitaba pasar sí o sí a casa de Franny para poder traer sus pertenencias, lo que causó un notable disgusto que se reflejó en su despedida, lo cual hizo que Julie soltara una corta risa.

Afortunadamente, la tormenta parecía cesar nuevamente su fuerza, y para su buena suerte, un taxi pudo recogerlo. Mientras Jhonesy iba a recoger sus pertenencias, Julie sabía que tendría algo de tiempo para finalmente poder atar todos los cabos sueltos que necesitaba para finalmente poder estar tranquila. No podía mentirse a sí misma, estaba aterrada de hablar con Wally. Por su mente, mil escenarios posibles pasaron, la mayor parte siendo escenarios negativos, pero ella necesitaba ser fuerte, necesitaba demostrarle no solo a él, sino también a sí misma que ya no era la misma chica "tonta" que todos creían.

Ser madre implicaba nuevos desafíos y retos que Julie tuvo que aprender a resolver, con nuevos retos, ella adquiría nuevas experiencias, que a su vez la recompensaban con más madurez y sabiduría. Ahora subía las escaleras que conducían a la habitación de su hija, con el corazón acelerado pero una gran determinación de acabar con sus problemas de una vez. Decidió aguardar un poco detrás de puerta de la niña para ver qué escuchaba.

(...)

Mientras tanto, Wally y Applestorm continuaban charlando entre sí, ajenos a la presencia de Julie qué estaba a pocos pasos de distancia. Su conversación era ligera, intercambiando preguntas aleatorias para conocerse mejor. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Applestorm comenzó a cabecear, vencida por el cansancio. El reloj de su habitación marcaba las 9:00 en punto, su hora de dormir ya había sido pasada, y, aunque no tuviera clases al día siguiente. A pesar de su cansancio, la pequeña quería seguir hablando con su padre. Con esfuerzo, luchaba por mantenerse despierta, pero Wally notaba cómo su pequeño cuerpo se debilitaba, y cómo sus ojitos se cerraban de vez en cuando.

—— ¿Estás bien, querida? —— preguntó Wally, preocupado.—— ¿Te sientes cansada? ——

—— No, estoy bien —— respondió Applestorm, soltando un bostezo al final.

——¿Segura? No hay problema si ya quieres ir a la cama. Supongo que vas al preescolar mañana, ¿no? ——

Applestorm negó mientras se tallaba uno de sus ojitos.

—— Mañana es sábado —— dijo la pequeña, aún adormilada.

—— Oh... Igual creo que ya deberías ir a la cama. ——

—— Pero no quiero dormir ahora, quiero seguir hablando contigo —— protestó la pequeña.

—— Mañana podemos seguir hablando. Ahora ya es hora de dormir ——

Antes de que Applestorm pudiera seguir protestando, unos pequeños golpes en la puerta de su habitación, seguidos de la voz de su madre, la hicieron reaccionar.

—— Applestorm, cariño, ¿aún estás despierta? —— preguntó Julie, mientras se asomaba por la puerta.

La dulce rubia se dejó ver por completo una vez abrió la puerta. La escena que encontró le resultaba realmente tierna: Applestorm estaba sentada en el borde de su cama, mientras que Wally se había sentado frente a ella, como si él también fuera un niño pequeño. Ambos la miraron inmediatamente después de que abrió la puerta. Haciendo que la pequeña se escondiera detrás de su padre.