一期一会 (one life, one encounter)

Chapter 11: Carnage

Cuando el grupo de Hechiceros más una vasija llegaron a la aldea rodeada por el velo, eran 4.

Cuando atravesaron el velo, su número se redujo a 3.

La mano de Gojo fue electrocutada en el momento en que tocó la cúpula negra. Maki e Inumaki, así como Yuuji, pudieron atravesar el velo sin problemas. Así, Gojo llegó a una conclusión: "Este velo fue diseñado para repelerme sólo a mí".

"¿Funciona así?" preguntó Yuuji desconcertado. El niño empujaba y sacaba la mano del velo, actuando por curiosidad.

"Sí. El propósito de un velo es personalizado por un Hechicero. Algunos lo usan para evitar que todos los extraños entren o que aquellos dentro de él salgan. Algunos usos son para minimizar el daño dentro de la vecindad. Y hay algunos que sacrifican su repulsión contra los extraños simplemente no dejar entrar a ninguna persona, muy inteligente por su parte".

"Entonces... ?"

Gojo aplaudió y dijo: "Entonces ustedes tres seguirán adelante sin mí. Incluso si es peligroso, aún debemos priorizar salvar a los aldeanos que están adentro, si queda alguien por salvar. Sáquelos del velo; yo Los estaré recibiendo."

"Entendido", corearon los tres.

Maki giró su arma, la malvada hoja brillando intensamente a la luz del sol. "Puede que haya usuarios de maldiciones dentro. Me ocuparé de ellos primero".

"Ciertamente; sólo aquellos con conocimientos de Jujutsu pueden poner un velo en tales condiciones. ¡Ve a buscarlos, Maki!" Gojo extendió una mano hacia su cabeza (para darle una palmadita afectuosa tal vez) pero antes de que pudiera siquiera tocar un solo cabello. En su cabeza, golpeó su palma electrocutada con el borde de su espada.

" Ni se te ocurra pensar en ello."

Gojo retiró su mano a la velocidad de la luz, no queriendo tener una segunda lesión luego de minutos de recibir la primera. Buena elección.

"Tsuna mayonesa", señaló Inumaki, "¿Salmón?"

"Sí, también habrá maldiciones. Confío en que podrás lidiar con eso, ¿Inumaki-kun?"

"¡Salmón! "

Gojo revolvió el cabello de Inumaki con una risa y luego se volvió hacia Yuuji, "Ahora, Yuuji-kun. Como no puedes producir energía maldita de manera consistente, tu principal objetivo será sacar a los aldeanos. ¿Puedes hacerlo?"

"¡Sí!" Animado, Yuuji levantó un puño en el aire, lo que le valió una mirada extraña por parte de los demás, excluyendo a Gojo, por supuesto.

"¡Ese es el espíritu!" Gojo le dio una palmadita y Yuuji felizmente se inclinó hacia ella, agradecido tanto por las palabras como por las acciones de aliento.

"Buena suerte entonces. Vuelvan sanos y salvos, ustedes tres".

Con esas palabras de despedida pronunciadas, atravesaron el velo, dejando a Gojo afuera.

Yuuji esperaba muchos escenarios desde el momento en que Gojo sintió el pico de energía maldita en la aldea: otro enjambre de maldiciones aterrorizando a la gente, un suelo lleno de cadáveres y un baño de sangre.

Al atravesar el velo, fue testigo de los tres horrores de una sola vez.

Maldiciones: muchas, tal vez incluso más de las que invadieron la propiedad. Cadáveres de humanos a medio comer en el suelo, extremidades esparcidas por todos lados. Charcos de sangre que tiñen el suelo de rojo. Lo único que no esperaba era la aparición de figuras de aspecto humano encaramadas en el techo de una de las casas de la aldea, vestidas con capuchas negras: Usuarios de Maldiciones.