3. Carnotauro

124 25 46
                                    

Disclaimer: Este es un AU (Universo Alterno) donde no hay Vengadores. Los personajes no me pertenecen, solo los que no reconozcan son míos.

"El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión de conocimiento" - Stephen Hawking.

Pensé en que Steve diría cualquier cosa para conseguir una buena beca, pero no eso. De pronto, el corazón me dolía tanto que me costaba respirar, ni siquiera sabía porque. Lo único que podía entender era que mi mejor amigo, la persona que se había convertido en mi hogar fuera de mi hogar me estaba proponiendo algo que cambiaría nuestra relación para siempre.

—No...no puedo creer que lo estes pensando en serio—dije, riendo nerviosamente—¿Tienes idea de las implicaciones que tendría? ¿Y si nos descubren haciendo un fraude?

—¿Por qué sería un fraude?

—Espera, quieres decir que, ¿nos casemos en serio?

Steve rodó los ojos, tomando mis manos para que dejara de temblar.

—Yo sé que no nos queremos de esa manera, pero siempre preferiría estar casado contigo que con cualquier otra persona—suspiró—O...¿acaso hay alguien más?

No pude evitar soltar una carcajada, cubriéndome el rostro con las manos.

—¿Quién? ¿Matt?—me burlé—Aparte de ti, los únicos hombres que pueden soportarme son los fósiles con los que trabajo.

—No digas eso, Nat...

—Steve, sabes que soy una persona que no es fácil de querer—bajé la mirada hacia mi cuerpo—Te consta que he intentando cambiar, pero no lo he conseguido.

Había pasado años haciendo ejercicio hasta desfallecer, cambiando de planes alimenticios cada semana, intentando alcanzar estándares que me hicieron pasar de la niña asustadisa y regordeta que era antes, a una mujer detrás de una máscara de belleza e indiferenciia.

—Estás equivocada, te lo voy a demostrar—cerré los ojos mientras me abrazaba—Con el tiempo, vas a encontrar a alguien que te ame justo como eres; que pueda comprender todo lo que tienes en el interior y lo apasionada que eres para las cosas.

Suspiré, escondiendo mi rostro en su pecho. Siempre había sabido que lo que sentía por Steve era unilateral, pero era muy doloroso comprobarlo. En ese momento de mi vida lo único que me daba seguridad era lo delgada que estaba y las muchas veces que mi nombre aparecía en artículos científicos.

—No estábamos hablando de eso—dije con seriedad—Hablábamos de que tu plan es idiota.

Odiaba recordar aquello. No quería seguir siendo la Natasha con mejillas redondeadas y cabello rojo, la niña que todos señalaban y de la que todos se reían. Por eso ahora era rubia, había tenido el cabello azul, negro, castaño, de cualquier color que me permitiera esconderme.

—Me encantaría escuchar tu explicación del método científico acerca de eso.

Parpadeé varias veces, confundida.

—¿Qué?—cuestioné riendo—¿De qué hablas, Steve?

Su mano no dejaba la mía, acariciando suavemente mi muñeca.

—Explíqueme, futura doctora Romanoff, ¿por qué no puede casarse conmigo?

—¡Por qué es fraude!—exclamé, como si fuera obvio.

—No lo sería si estamos casados realmente, la gente tiene años diciendo que hay algo más entre nosotros...no se sorprenderían—dijo una media sonrisa—incluso podríamos dejar un tiempo después de estar en el doctorado para divorciarnos amigablemente...

Huesos de Amor | Romanogers AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora