14. Microrraptor.

124 20 8
                                    

Disclaimer: Este es un AU (Universo Alterno) donde no hay Vengadores. Los personajes no me pertenecen, solo los que no reconozcan son míos.

"Investigar es lo que hago cuando no sé lo que estoy haciendo."

Si era honesta conmigo misma, no sabía que más decir. ¿Cómo podía responderle a esa promesa de darme el mundo entero? Una voz traicionera me decía que no lo cumpliría, pero era sorprendentemente baja a comparación de los pálpitos desesperados de mi corazón.

—Te tengo un nuevo trato—solté, tomándolo por la muñeca.

Steve frunció el ceño, sin soltar mis manos. Me era muy dificil concentrarme cuando hacia pequeños circulos sobre mi mano y lo único que me provocaba era besarlo.

—¿De qué estás hablando?—su voz se convirtió en un susurro—¿Acaso tiene que ver con los de Geología?

No pude evitar reírme, haciendo que me fulminara con la mirada.

—Lo repito, ¡eres un tonto!—decidida al darme cuenta que lo quería con todo y sus actitudes extrañas—¿Cómo crees que voy a quedarme con uno de ellos cuando te tengo a ti?—Parpadeó varias veces, abriendo y cerrando la boca, paralizado. No pude evitar sentirme decepcionada ante esto, me costaría mucho aceptar que me quería aunque lo hubiera dicho explicítamente—O, tal vez, ¿entendí todo mal?

Mi voz se quebró y eso pareció hacerlo reaccionar. Sus manos se apresuraron a rodear mi cintura, besando mis labios con ternura, un leve roce que nos hizo cerrar los ojos a ambos.

—Jamás pensé escuchar esas palabras—confesó—No me imaginé que me quisieras como yo a ti.

Negué con la cabeza, ya no tenía caso hablar de eso.

—Nos volveremos locos si seguimos pensando en lo que pasó antes, en todos los ¿por qués? Y hubieras.

—Ahora quiero pasar todo mi tiempo contigo y ocuparlo como debe ser, amor.

Sentí como mi corazón se hinchaba aún más al escucharlo, sabiendo que todos esos términos cariñosos provenían de su amor. Abrumada, enrollé los brazos alrededor de su cintura, besando su mejilla varias veces. Steve no perdió el tiempo para tomar suavemente mi mejilla y hacer que nuestros labios se encontraran.

—¿Así es cómo debe de ser?—pregunté, acariciando sus labios.

Steve mordió mi dedo indice, coqueto. Ninguno de los dos aguantaba más y nos besamos de nuevo, gimiendo ante el deseo. Sus manos se perdieron en mi cabello, soltando la coleta que lo atrapaba, mientras profundizaba el beso.

—No sé porque perdimos tanto tiempo—respondió, mientras trastabillábamos al sofá.

La ropa comenzó a estorbar, ni siquiera fuimos capaces de llegar a la cama. Había tantas cosas que queríamos decirnos, pero no lográbamos expresarlas. Solamente éramos capaces de comunicarnos entre besos y caricias, nos habíamos resignado a dejar de entender lo que estaba pasando.

—Una vez no fue suficiente—dije, mi mente nublada por la lujuria—pensé que no iba a soportarlo...

Steve alzó su rostro de mi cuello, donde dejaba mordidas y besos repartidos por él.

—¿De qué hablas, corazón?

—¿Sabes lo que era verte y no poder besarte como yo quería?

—Tú eras la que decía nada de besos—arremetió, alzando ambas cejas—¿No había que poner límites? ¿No teníamos que apartarnos?

Lo golpeé en el pecho, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. No dejé que se levantara, poniéndome encima de él. Sus manos pasaron por mi cuerpo, me negaba a cerrar los ojos para fundirme completamente en esa mirada. ¿Cómo no me había dado cuenta de los sentimientos que escondían en ella?

Huesos de Amor | Romanogers AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora