Huesos de Amor | Romanogers AU

23. Dilofosaurios.

Disclaimer: Este es un AU (Universo Alterno) donde no hay Vengadores. Los personajes no me pertenecen, solo los que no reconozcan son míos.

"El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión del conocimiento" - Stephen Hawking.

Steve me miraba con una profundidad que solamente me hizo bajar la mirada y ruborizarme. No me había quitado los ojos de encima desde que escuchó lo que hablabamos con mis amigos. Esa noche, sentí sus brazos rodearme con firmeza al tiempo que depositva algunos besos en mi hombro.

—Tu amor me salvó la vida—dijo en voz baja—Evitaste que me convirtiera en un niño solitario y perseguido por sus acosadores.

Me giré para verlo, entrecerrando los ojos sin saber por que decía eso.

—Odio ser la persona que te lo diga, mi vida; pero si fuiste acosado por muchos chicos en la escuela—dije, intentando aligerar la sensación tan sombría de su humor.

—Pero hubiera terminado en un lugar muy oscuro de no ser porque tenía a mi niña de la playa.

—¿Por qué dices eso?—negué con la cabeza, escondiendo el rostro—Tenías a Bucky y a tus padres.

Sus manos me sostuvieron, rozando su nariz con la mía mientras apretaba aún mi cuerpo contra el suyo.

—Hubo un momento en mi vida donde fuiste mi única ilusión—confesó—descubrir que teníamos los mismos sueños en común fue algo que me hizo crecer y poder descubir exactamente, cual era mi camino—tomó aire—Es por eso que quiero que pienses bien en lo de Londres, ¿de acuerdo?

—No me iré—dije con seriedad—No me iré sin ti a ningún lado.

—Mi vida, solo digo que lo pienses. Es lo mejor para tu carrera y yo siempre estaré a tu lado.

Me aferré a él, una desesperación que no conocía provenía de lo más profundo de mi ser. No me había dado cuenta de lo escencial que era Steve en mi vida, recordaba pocos momentos antes de que él llegara a ella.

—No quiero separarme de ti, mucho menos teniendo un océano de distancia.

—Iré a visitarte, será una aventura para los dos.

—Primero resolvamos lo que tenemos pendiente aquí, ¿de acuerdo? Necesito saber que es lo que pasa con el yacimiento—mi mirada se perdió en el reloj—Tenemos que dormirnos, mañana los chicos van a estar esperando que hagamos algo.

—Seguramente piensan que estamos disfrutando el periodo de luna de miel—dijo con una media sonrisa—No creo que se extrañen si nos despertamos un poco tarde.
Me crucé de brazos, haciendo un mohín.

—¡Eso deberíamos estar haciendo!—exclamé—¡No hablar de estupideces!

Steve se río y yo decidí aprovechar mi oportunidad, lanzándome a sus brazos y besándolo. No fue tan dificil distraerlo. Desde el primer beso, había aprendido exactamente que era lo que le gustaba, lo que elevaba su lujuría hasta hacerlo perder la razón. Ambos conseguimos olvidar los temas que nos presionaban, al menos hasta la mañana siguiente.

—¿Por qué no podemos ir a otro lado?—se quejó Yelena al día siguiente—Desde que Nat se mudó a Raleigh, no hacemos más que viajar desde el pueblo hasta acá.

Tal y como lo esperaba, Steve y yo no nos levantamos temprano, así que mis amigos aporrearon la puerta con fuerza, riendo a carcajadas hasta que abrimos. Desayunamos en la cafetería de siempre, sentados en una mesa apartada.

—¿Quieres que te lleve a Disney world, pequeña?—se burló Clint—¿O puedo pedirle a Bucky que te llevé con él en su siguiente tour militar?

—¡Idiota!—Yelena respondió, amenazándolo con un tenedor.