7. Gorgosaurio

105 25 6
                                    

Disclaimer: Este es un AU (Universo Alterno) donde no hay Vengadores. Los personajes no me pertenecen, solo los que no reconozcan son míos.

"El amor es solo física y química" - Severo Ochoa

Ese momento tan mágico como confuso se terminó en unos segundos. Steve se separó de mi, caminando a la cocina y regresando minutos después con dos cervezas.

—¡Esto se merece una celebración, cariño!

Fruncí el ceño, seguía pasmada.

—¿De qué hablas, Steve?

—¡La beca!—dijo con una enorme sonrisa, entregándome la cerveza—¡Tenemos la beca! ¡Lo hemos conseguido!

¿Cuántas veces te puede romper el corazón la misma persona? Respiré profundamente, era obvio que Steve ni siquiera notó que me había besado. O, simplemente, no le había dado importancia. Suspiré, de nuevo era el momento de pretender que no pasaba nada entre nosotros.

—Ni siquiera sabemos si nos la darán—apreté la cerveza fría en mi mano, concentrándome en su tacto.

Steve rodó los ojos, dejándose caer de nuevo a mi lado.

—¡Dijeron que estábamos enamorados!—exclamó—¡Es obvio que se creyeron todo lo que decíamos.

Palmeé su hombro, divertida. Estar con Steve era muy parecido a estar con un niño travieso e hiperactivo, cosa que a veces le iba muy bien a mi perfeccionismo. Me hacía olvidarme de tomar la vida tan en serio.

—Cariño, eso no quiere decir que nos darán la beca. Simplemente, estamos un paso más adelante...

—¡Es lo mismo!—insistió.

Ninguno de los dos había abierto las cervezas, mi mirada se dirigió del reloj de pared a él, abriendo la boca al darme cuenta de la hora.

—¿Por qué pretendes que nos embriaguemos antes del medio día?—cuestioné—deberíamos estarnos preparando para ir al yacimiento.

La última palabra salió más alta y aguda de lo que pensaba, pero mi emoción era muy grande. Steve, María y yo dirigiríamos al nuestro primer equipo en una excavación. No podía esperar a ver todos los huesos que encontraríamos, y sobre todo, poder enviar a los estudiantes menores a hacer el trabajo pesado. Definitivamente, no podía estar ebria para eso.

—Es solo una cerveza—dijo, intentaba parecer tranquilo, pero estaba completamente ruborizado.

—¿Sin desayunar?—me burlé—Lo que quieres es que me emborrache para que tengas a todos los estudiantes a tu disposición.
Había dado en el blanco, pues Steve palideció y me quitó la cerveza de las manos. Si había algo que odiaba era tener que cuidar a los estudiantes, o que estuvieran siguiéndolo con preguntas impertinentes.

—Cocinaré un desayuno para los dos mientras te preparas para el día—dijo, viendo mi pijama—no creo que quieras ir así al yacimiento.

Bajé la mirada a mis pantuflas moradas decoradas con dibujos de llamas, antes de ponerme de pie.

—¡Te odio!—reclamé, lanzándole un cojín del sofá.

—¡No olvides bañarte!—se burló.

Le hice una seña obscena con el dedo, pero no la vio. Aproveché para darme una ducha caliente, dejando todo el vapor abrir mis poros y distraerme del extraño beso que habíamos compartido con Steve, lográndolo eficientemente con Dolly Parton a todo volumen. Siempre era mejor pensar en otras tragedias románticas antes que en la propia. En menos de media hora, estaba calzándome mis botas de trabajo, lista para conquistar al mundo. Salí de la habitación al escuchar que Steve hablaba con alguien.

Huesos de Amor | Romanogers AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora