Huesos de Amor | Romanogers AU

4. Depredador X (Pliosaurio).

Disclaimer: Este es un AU (Universo Alterno) donde no hay Vengadores. Los personajes no me pertenecen, solo los que no reconozcan son míos. 

 Un verdadero científico resuelve problemas, no se lamenta por no poder resolverlos. (Anne McCaffrey)

Todos veían a nuestro alrededor y yo me sentía dividida. Una parte de mi deseaba profundizar le beso, mientras mis instintos gritaban que aquello estaba muy mal porque solamente sería doloroso y no correspondido. Sin embargo, Steve me salvó, separándose de mis labios y girando a ver a nuestras familias con emoción.

—Lo que hemos decidido Natasha y yo viene de algo que tal vez no entiendas, Buck—dijo con frialdad.

Bucky levantó las manos, impresionado por la actitud de su mejor amigo.

—Deberías de pedirle una disculpa a Natasha—se metió Yelena—No tenías porque hablarle de esa manera en un día tan feliz.

Me di cuenta que no era la única que lo fulminaba con la mirada, incluso Clint parecía ser quien contenía a mi padre para no golpear a Bucky, quien enrojeció y bajó la mirada, acercándose a nosotros. Mi sorpresa aumentaba al ver que Steve no me soltaba, o hacía algo para defender a su amigo.

—Lo siento mucho, Natasha—dijo entre dientes.

—No te preocupes, James—respondí, volviendo a ver a mi familia—hoy queríamos celebrar aquí con todos ustedes, y eso seguiremos haciendo.

Mis palabras sirvieron para disipar la tensión, nuestros padres fueron los primeros que se acercaron a felicitarnos.

—No puedo creer que vayas a casarte.

—Gracias por la fe en mi, mamá—respondí sin poder evitarlo.

Steve se río, mientras mi madre me fulminaba con la mirada, obviamente molesta por mi contestación en un día tan importante como aquel. Sin embargo, la mamá de Steve se acercó, abrazándome.

—Yo siempre supe que estarían juntos, solamente esperaba que mi hijo tuviera el valor de decirle a Natasha lo que sentía.

El rubio se ruborizó cuando le dediqué una mirada confundida.

—No sé porque perdiste el tiempo con Murdock, cariño—intervino mi padre—si la ciudad entera podía ver lo que sentías por Stevie.

—¡Papá!—dije, avergonzada—Podríamos hablar de otra cosa, ¿por favor?

—¡De la boda!—dijo mi madre—¡Tenemos muchas cosas que planear!

Fruncí el ceño, cruzando los brazos. Era típico de ella decidir y llevar el control de las cosas antes de que se lo pidieran.

—Queremos casarnos antes del examen para el doctorado. No me gustaría posponerlo más—dijo Steve.

—Será algo sencillo, en el ayuntamiento—continué con las palabras que ya habíamos ensayado—Nos tenemos a nosotros y no necesitamos nada más. Solo queremos que ustedes nos acompañen.

—¡Nada de eso!—saltó mi padre—Eres mi única hija y debes tener una boda como ninguna otra.

—Papá, no es necesario...—respondí—eso no me interesa en lo más mínimo.

—Steven, debes pensarlo dos veces antes de robarle esa alegría a tu madre—sentenció el padre del rubio—recuerda que también eres nuestro único hijo.

Respiré profundamente, sabiendo muy bien que aquella sería una batalla muy larga. Vi a Clint y Yelena en busca de ayuda, pero ellos solo se rieron antes de girarse al asador; Bucky hizo lo mismo, bebiendo ruidosamente de una lata de cerveza.