Huesos de Amor | Romanogers AU

9. Spinosaurio.

Disclaimer: Este es un AU (Universo Alterno) donde no hay Vengadores. Los personajes no me pertenecen, solo los que no reconozcan son míos. 

Yelena parecía no creeme, nos conocíamos a la perfección. Yo podía ser una persona bastante sentimental, pero no para esas cosas. A mi las lágrimas se me escapaban cuando la rabia era incontrolable e inmanejable, no cuando debía estar estúpidamente feliz.

—¿Segura que es solo por eso?—me preguntó, arrodillándose frente a mi—No me gusta verte tan angustiada...

Me limpié las lágrimas con rapidez, viendo a Steve quien extendió la mano para tomar la mía.

—Hemos tenido algunos problemas con el financiamiento de nuestro projecto—Steve respondió por mi—desde que terminamos con el master, consideramos encontrar un trabajo, así que esto es bastante abrumador para nosotros.

Sostenida por mi esposo, me puse de pie.

—Fue demasiado—respondí—Pensé que no lo lograríamos, las entrevistas de la beca fueron algo...invasivas.

Yelena hizo un puchero, apretando mi muñeca.

—Debiste haberme dicho lo que estaba pasando, ¡pude haberte ayudado!

Negué con la cabeza. Yelena era una excelente abogada, había conseguido su puesto mucho antes de que yo iniciara el proceso del doctorado.

—Necesitaba trabajar, Lena y lo sabes—le dije, cerrando los ojos por un momento—tampoco mis padres lo sabían. Ahora tenemos la beca, estaremos bien.

Mi amiga me abrazó de nuevo, esta vez más fuerte que antes. Steve no soltaba mi mano, no entendía si quería decirme que me quedara en silencio o podía entender lo abrumada que estaba.

—¿Cuándo vas a comprender que tienes a gente a tu lado, Natasha?—me regañó Yelena—Sé que no somos muchos, pero siempre puedes confiar en nosotros. Al menos con Clint y conmigo, has estado en cada paso, ¿cómo no estaríamos para ti?

—Ambos tienen sus vidas y no iba a preocuparlos, Lena—respondí con sinceridad.

—¡Nada de eso!—sentenció—¡Prométeme que me contarás acerca de cualquier problema que tengas! ¡O vendré a verte cada vez que tenga oportunidad!

Amaba a mi mejor amiga, pero hasta yo reconocía que podía ser un poco metida.

—Estoy bien, tengo a Steve a mi lado—dije con seguridad.

Nos fulminó a ambos con la mirada.

—¡ESO ESPERO!

Alcé ambas cejas, soltando una rista. Siempre era diveritdo ver a mi amiga amenazar a los hombres, su metro y medio de altura era suficiente para imponerse, por algo trabajaba con el fiscal.

—¿No ibas a ir por agua?—la regañé—Si te vas a dormir sin agua, mañana tendrás resaca. Tu me enseñaste eso.

—¿Vas a estar bien? —me preguntó con aprensión.

Apreté la mano de Steve.

—Steve y yo iremos a dar una vuelta—respondí—Ninguno de los dos va a poder dormir ahora y nos haría bien algo de aire fresco, ¿no es así, cariño?

Mi esposo besó un lado de mi cabeza, visiblemente aliviado de que Yelena no hubiera escuchado nuestra conversación.

—Así es, tenemos que celebrar a solas—dijo con una media sonrisa.

Steve me había pasado un brazo por los hombros y yo me escondí en su pecho, respirando su aroma. Tal vez podríamos estar bien después de todo.

—Vendremos antes de que despierten, lo prometo—sonreí—Todavía no te librarás de mi.