Her Own Worldview [Minayeon]

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Kazuha nunca había visto a Nayeon tan preocupada. Claro que tampoco es que la haya visto muchas veces, en general, pero la detective solía ser más distante, siempre fría y con las palabras contadas. Esta faceta suya le estaba encantando a la bailarina, desearía que fuera así siempre con ella.

Desde que llegaron a su hogar, ha estado más atenta que nunca. Le preparó la bañera para que pudiera relajarse, frotó su espalda con la esponja, eliminó todo rastro de sangre de su piel, y creó el escenario perfecto -equilibrado entre lo erótico y lo cuidadoso-, sin dejar de ser respetuosa y simpática.

Luego la ayudó a salir de la bañera. Sin aún ponerse la ropa que la detective le había prestado, la sentó en su cama y la dejó ahí desnuda e impaciente por unos minutos mientras ella buscaba algunas medicinas, ungüentos y vendas para curarla. Cuando volvió, le lanzó una mirada lasciva, que no pasó desapercibida a la bailarina, pero rápidamente alejó cualquier pensamiento que comenzaba a instalarse dentro de ella, pues, primero debían tratar las heridas.

"¿Cuál crees que duela menos?" Preguntó Nayeon refiriéndose a sus rodillas o aquel corte en el brazo. Kazuha señaló sus rodillas, eran solo raspones. El corte, por otro lado, parecía profundo. Nayeon asintió y subió a horcajadas de ella. Kazuha tensó todo su cuerpo, no se esperaba ese ataque, pero no estaba molesta. La mayor le sonrió y la miró por encima de sus anteojos, que la bailarina no entendía por qué no la había visto antes con ellos puestos, lucía tan sexy de ese modo. "Entonces trabajaremos con este primero. ¿Confías en mí?" Elevó una ceja aun observándola por encima de los anteojos. Kazuha tragó saliva. Sentía que todo a su alrededor se hacía más pesado. La situación la estaba encendiendo. Y seguía desnuda, sentada en la cama de la detective. Con ella encima. Sin esperar respuesta por parte de la castaña, Nayeon empujó levemente sus hombros, haciéndola caer recostada sobre el colchón, mientras seguía a horcajadas de ella. 'Lástima que solo una de nosotras esté desnuda.' Internalizó la bailarina mordiendo sus labios.

"Confío en ti." Murmuró cerrando los ojos.

"Vale, entonces..." Gateó hasta quedar un poco más arriba, sobre el cuerpo de la chica, ubicando sus piernas a cada lado de su cintura. Tomó su brazo herido con una mano, mientras con la otra sostenía una gasa con un líquido antiséptico. "Esto dolerá, pero estarás mejor después, lo prometo." Sin esperar respuesta, pasó la gasa por toda la extensión de la herida, que ya había dejado de sangrar. Unas cuantas pasadas y dejó la gasa a un lado, tomando ahora una crema para evitar cicatrices y que prevenga las posibles infecciones en la herida. Cuando terminó, envolvió su brazo con una venda, cubriendo el corte. Por último, dejó un beso sobre la herida ahora envuelta, que sacó una sonrisa en la joven bailarina. "¿Lo ves? No pasó nada malo porque confiaste en mí." Le regaló una sonrisa al ver que la chica debajo de ella se sonrojaba debido a sus palabras. Era una sensación tan indescriptible, el tener a la bailarina así, tan dispuesta y entregada. Se había comportado así desde la primera vez que se hablaron, y Nayeon no era lo suficientemente fuerte para soportar aquel nivel de sumisión.

"Sí..." Suponía una afirmación, pero a la detective aquello le había sonado más como una súplica...

"¿Estás bien? ¿Te hice daño?" Nayeon se removió sobre la chica para acercarse más a su rostro, pues, Kazuha, con ambos brazos se estaba cubriendo la cara. La chica negó, pero eso no fue suficiente para convencerla. Se acercó peligrosamente a sus labios, logrando que la castaña ahogara un grito, por la impresión o la repentina cercanía. Ninguna de las dos tenía la respuesta correcta. Permaneció en la misma posición por unos segundos, sosteniendo su mirada en los labios rosados e hinchados de la bailarina. Ella los había estado mordiendo, la detective lo notó desde el principio, mas no dijo nada. Sin poder contenerse, la besó. Al sentir que el beso había sido correspondido de forma tan sucia como lo había hecho la castaña, algo dentro de Nayeon se congeló. Esta chica quería matarla con ese lado travieso suyo.