"¿Por qué el repentino cambio, Nayeon...?" Mina, que se colocó en frente de la oficial, a lo que la nombrada cerró la puesta tras ella, habló, casi susurrando con la mirada puesta sobre sus ojos. Nayeon casi tembló de la sorpresa. Si quería ser directa lo estaba logrando inmediatamente.
"Pfft." Nayeon suspiró en voz alta con algo de desesperación. No pensó que Mina la atacaría recién comenzando. Se ilusionó demasiado rápido. "Eso fue rápido, chica. ¿Ni siquiera un cómo estás?" Mina mostró una diminuta sonrisa. Pero la detective pudo detectarla. Sonrió por dentro.
"Nos saludamos afuera." Señaló la puerta con obviedad, y quizá algo de picardía. ¿O acaso ella se estaba volviendo loca?
"Sí... Tienes razón." Nayeon soltó otro suspiro aceptando la visita de Mina. Ofreció sentarse con un gesto, a lo que la invitada negó. La de cabellos claros tragó saliva.
"Quería saber honestamente por qué decidiste cambiar en este momento. ¿Qué sucedió que te abrió los ojos?" La brutalidad de Mina hacía a Nayeon perder el aliento. Estaba tan enamorada de ella. Haberlo aceptado fue un completo error. Especialmente aceptarlo ante ella. Nayeon suspiró de nuevo.
"Lo que pasó con Kazuha me hizo entender lo que pudiste haber sentido. A diferencia de ti a ella la vi de frente husmeando por mis papeles del trabajo, vi en cada instante como su corazón se rompía a medida que ojeaba los documentos. Además, observé el dolor en sus ojos y fue inminente recordar que lo mismo sucedió contigo." Mina odiaba cuando Nayeon se sinceraba demasiado. La ponía nerviosa porque sabía que podía esperarse cualquier cosa. Y no sabía qué esperarse.
"Le hiciste mucho daño a esa chica." Aunque estaba claro que se refería a Kazuha, la detective no pudo evitar pensar que hablaba un poco de ella misma también. "Pude verlo en sus ojos también. Sé a lo que te refieres." Cambió el tema rápidamente, cruzándose de brazos.
"Nunca quise que fuera así." Susurró Nayeon mirando a su ex a los ojos. Dejando de hablar de la bailarina hace bastante rato ya. "Dime qué puedo hacer para arreglarlo." Dio un paso hacia la pelinegra, pero esta le puso una mano en el pecho. Frenando su paso en seco.
"Ya no hay nada que puedas arreglar, Nayeon. Pediste disculpas que era lo único que estaba en tus manos. Lo acepto. Te perdono." Quitó su mano del cuerpo de la contraria. "Pero no hay mucho que pueda hacer por ti más allá de eso." Con esto bajó la mirada. Nayeon dio otro paso al frente tomando ambas muñecas de la pelinegra, para evitar ser apartada esta vez. En el fondo Mina quería esto, ella lo sabía, podía percibirlo.
"Déjame arreglarlo..." Se acercó más a Mina, llevaba años queriéndola sentir así, otra vez, tan cerca. "Por favor..." Susurró sobre sus labios. Mina retrocedió hasta pegar su espalda a la puerta. No comprendía por qué terminaba siempre en esta situación, entre la espada y la pared -literalmente-.
"Basta." Suplicó Mina, encogiéndose cada vez más. "No quiero esto Nayeon. Quiero estar con Sana." Admitió finalmente la de cabello oscuro. "Ella en serio me gusta, Nayeon. Quiero darle la oportunidad y darme la oportunidad a mí. Creo que lo merezco." Nayeon la soltó y retrocedió unos cuantos pasos. Era un poco cierto que la estaba invadiendo.
"Lo haces." La detective se lo confirmó. "Lo lamento." Volvió a disculparse.
"Está bien Nayeon. Acepto tus disculpas." Suspiró con tristeza, nunca quiso que las cosas entre ambas fueran así. "Ya debería irme."
"Te llevo." Ofreció de inmediato la de cabellos claros. "Es lo menos que puedo hacer por ti. Prometo no intentar más nada." Mina asintió.
"Vamos, es tarde." Nayeon buscó las llaves del auto y salieron de allí.
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Her Own Worldview [Minayeon]
FanfictionNayeon, una misteriosa detective, utiliza su tiempo libre para acosar e investigar a su enamoramiento espontáneo, una linda bailarina llamada Kazuha. Quiere hacer las cosas mejor esta vez, alejada de una red mentiras. Más que una red, era una telara...