Her Own Worldview [Minayeon]

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A Mina se le hacía muy extraño observar a la señorita Nakamura caminar sola todo el hall del hotel, a las 10 de la mañana, en un día en el que no tenía nada organizado con su equipo. Ignoró el rostro lleno de algo que ella misma ya había presenciado en primera persona, por mala suerte. Era decepción y traición, mezclado con tristeza y desconfianza... Y mientras más se acercaba, más notaba otra cosa en sus ojos. ¿Miedo? ¿Desesperación? ¿Dolor? Todo lo anterior.

"Buenos días." Habló con voz rasposa, quizás había estado llorando, o así sonaba. "Quisiera hablar con la gerencia..." Pidió. Palabras que consiguieron tensar a Mina. Rápidamente salió de la zona, caminó hasta su oficina, fingiendo que no había escuchado aquello a escondidas.

"Mina." La llamó Changbin, su guardaespaldas, que comenzó a seguirle el paso por el hotel, hasta su oficina. Cerró la puerta cuando se aseguró que no había nadie cerca. "¿Qué te sucede? Estás más pálida de lo normal." Agregó lo último en voz baja. No sabía si esperar lo peor.

"¿Mhm?" Respondió Mina, claramente dispersa. Se sentía confundida. ¿Por qué querría esa chica hablar con ella? '¿Y qué con su expresión sombría...?'

"Mina." Volvió a llamarla. Esta vez poniéndose frente a ella. "¿Qué te pasa? Me estás aterrando." Por precaución -y paranoia-, comenzó a caminar por toda la oficina de la pelinegra en búsqueda de un micrófono o una cámara escondida. Esto no podía tratarse de algo bueno.

"No conseguirás nada. Es solo que-" Se sentó sobre su escritorio, cruzando las piernas. Adoptando una posición pensativa. "La joven bailarina quiere hablar conmigo." Murmuró, pero en un tono suficiente para que Changbin entendiera.

"No es por ser grosero, pero... ¿Y?" Se acercó a Mina nuevamente. "¿Por qué quiere hablar contigo? ¿Qué tiene de malo aquello?" En comparación a Mina, él no entendía la situación.

"No quiere hablar conmigo conmigo. Quiere hablar con la gerencia del hotel." Explicó. Changbin la miraba con las cejas elevadas. El perfecto aspecto que tenía alguien que estaba fuera de sintonía. "Tengo un mal presentimiento. Siento que sé de qué se trata. O de quién..." Con ese final, Changbin comprendió. Se trataba de Nayeon, una vez más.

"¿Esa perra no se cansa?" Rodó los ojos. "¿Ahora qué?" Ya se hacía una idea. Pero quería escuchar la verdad.

"No lo sé. Creo que ella y la señorita Nakamura están saliendo. Pero no está yendo bien, de algún modo..." La mujer respiró profundo. No podía ser. "Puedo jurar que vi la misma expresión con la que entró al hotel hace unos minutos puesta en mi propio rostro años atrás. A causa de la misma persona." La desilusión la había llevado a reconocer esa expresión.

"No es por ser grosero, nuevamente, pero, ¿y a ti qué? Si ella le rompió el corazón a esta chica, es su asunto, ¿no?" A Mina le parecía que a veces Changbin era quizás -demasiado- obstinado. Malhumorado. Obscuro.

"Sí. Pero puede estar en peligro." Changbin suspiró. Cansado de Mina y el tema de siempre.

"Mi recomendación es que te mantengas alejada de ella. Las ascuas siempre te perjudican a ti. No es justo." Mina cerró los ojos. Él tenía razón. "Si esa chica está en peligro, conseguirá ayuda. Tú, aléjate de ambas."

"Tienes razón, pero-" No pudo terminar de excusarse, pues 3 toques en la puerta la interrumpieron. "Hablaremos de esto más adelante. Hazlos pasar." Changbin asintió e hizo lo que le pidió su jefa.

"Buenos días, Srta. Mina." Saludó la recepcionista del hotel. "Hay una señorita que desea hablar con usted. ¿Tiene disponibilidad en este momento?" La pelinegra asintió. Enseñó una sonrisa a la mujer y miró a Changbin. Con los ojos le indicó la salida. No había necesidad de explicárselo dos veces. Lo observó asentir y salirse de la habitación. Le agradeció en silencio. "Cariño, ella es Mina, la organizadora y gerente general. Ha hablado tu hermana con ella para organizar tus eventos. Puedes contarle lo que me dijiste." La esbelta castaña le regaló una mirada tímida y una sonrisa.