Jueves. Cuatro días de encierro no le habían servido a Nayeon de nada. No se había dignado a llamarla. Y no iba a hacerlo. Su presencia en la vida de la detective aún se encontraba en espacio no explorado. No se sentía lista para arruinar el estilo de vida que llevaba desde meses atrás. Le agradaba verla cada día sin que ella lo supiera. De no ser así, no podría verla tan seguido. A lo que se negaba rotundamente.
En medio de ese pensamiento, recibió un mensaje de Jennie. Al principio se sorprendió, pero dicha sorpresa fue remplazada de inmediato por un temor invencible, no quería que la castaña estuviera en peligro justo ahora que no podía ayudarla legalmente. Sin darle más vueltas al asunto, lo leyó:
Buenas tardes detective Park... No me odie por esto, pero la señorita Kazuha estaba desesperada por comunicarse con usted, entonces quizás le pasé su número...
Sin terminar de leer el mensaje, apareció una llamada entrante. Del contacto que había registrado como K, N. el día que la castaña le dejó su número anotado en un colorido trozo de papel, pero que no se había atrevido a marcar.
No tuvo más remedio que contestar.
"¿Hola?" Habló lo más seria que los nervios por hablar con la bailarina le permitieron.
"Nayeon. Soy Kazuha." Contestó con desesperación. Parecía bastante agitada. Hasta se atrevería a decir que estaba enfadada.
"¡Kazuha!" Expresó con notable emoción. No iba a negarse que adoraba la idea de hablar con la castaña. "¿Está todo bien?" A pesar de estar feliz, la situación expresaba por sí sola incomodidad por parte de la menor.
"Lo estaré cuando te vea. Fui a tu oficina y me dijeron que estabas en casa. ¿Te molestaría darme la dirección?" Dijo con poco tacto. De veras que había pasado algo grave.
"¿Fu-fuiste a mi oficina?" Ese era el único asunto que le preocupaba de sobremanera en este momento: su identidad.
"Sí, creí habértelo dicho recién." Su voz seguía sonando apresurada. "Como sea, ¿estás en casa? Necesito estar con alguien en este momento antes de que cometa una locura." Nayeon tragó saliva. ¿Qué podía hacer alguien como ella? ¿Que acaso no era una chica delicada y dedicada al baile?
'Al parecer no la conoces tan bien como tú creías...' Indicó la voz de su cabeza antes de que ella misma le diera lógica.
"Sí. Estoy aquí." Nayeon despegó el dispositivo de su oído para enviarle su ubicación actual. Se sentía expuesta como nunca, pero no desaprovecharía una oportunidad de estar a solas con la bailarina.
(...)
"Nayeon." Fue lo primero que pronunció al abrirle la puerta, y lo hizo de una forma en la que nunca le había escuchado hablar. Sus ojos denotaban un gran brillo y sus labios temblaban. No comprendía por completo su apariencia. Ni la razón de su urgencia por verla.
"Kazuha." Respondió la contraria como un autómata, siendo interrumpida por el ataque inesperado de sus labios contra los de ella. Al sentirla de esa forma, sobre esta parte tan sensible de su ser, todo comenzó a darle vueltas.
Con torpeza cerró la puerta principal con una mano, mientras que la otra la posicionaba en la parte más baja de su espalda. Rozando el inicio de su trasero. El hambre con el que se comían la boca, y sus manos que recorrían impacientemente sus cuerpos la hacían perder la cabeza. No pudo tomarse ni un mínimo momento para pensar lo que estaba causándole su repentino ataque relativo y semi sugestivo. Comenzaba a calentarse el ambiente y las sensaciones que se producían no le permitían a Nayeon detenerla. Kazuha pasaba su lengua por la suya, por sus labios. Los mordía y succionaba tanto como quería. Tanto como la detective deseaba que lo hiciera.
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Her Own Worldview [Minayeon]
FanficNayeon, una misteriosa detective, utiliza su tiempo libre para acosar e investigar a su enamoramiento espontáneo, una linda bailarina llamada Kazuha. Quiere hacer las cosas mejor esta vez, alejada de una red mentiras. Más que una red, era una telara...