Mina -nuevamente- caminaba inmersa en su cabeza, pues sus dos días de despeje existencial desaparecieron con Sana, y es que no había sabido nada de la rubia en casi una semana. Se sentía triste, desilusionada, incluso dejada de lado, pero, no estaba sorprendida. No le sorprendía en absoluto que Nayeon directa o indirectamente siguiera arruinando y aparentemente teniendo control sobre su vida. 'Lo que causas con tan solo una ligera aparición, Im Nayeon...' interpretaba para sí.
Entonces sí, caminar inmersa en su cabeza había regresado a ser un hábito detestable, otra vez. Durante la mañana del jueves, se sentía menos miserable que los días anteriores, los cuales fueron un pequeño infierno lleno del karma por escuchar a su estúpido corazón. Y es que ella sabía que ese órgano suyo en particular no era para fiarse; así que salió a dar un paseo para despejar su mente del desastre que podía llegar a convertirse su vida, cosa con la que estaba potencialmente familiarizada. Andaba sin rumbo por las calles, hasta que bufó con gracia al darse cuenta del lugar al que sus pies la habían dirigido: era el café en donde conoció a Sana, la semana anterior. Entró sin pensarlo anunciando su llegada por la campanilla encima de la puerta.
Avanzó unos cuantos pasos hasta posicionarse en el último puesto de la fila de órdenes, se sentía con ganas de algo dulce. Después de unos 5 minutos, era su turno de ordenar, e iba a hacerlo si no hubiese sido por un estrepitoso accidente sucedido justo delante de ella, en donde una chica rubia por estar concentrada guardando el cambio en efectivo dentro de su bolso, derramó su café por los aires, que continuando con la Ley de Murphy que flotaba encima de su ser, aterrizó en algunas chispas esparcidas sobre su suéter gris. Iba a comentar algo al respecto, culpando al karma, cuando de pronto:
"Juro por Dios que no fue con motivo de venganza." Anunció Sana tan sorprendida como ella por el reciente acontecimiento. Resultó que la chica rubia era ella. 'Vaya coincidencia más inoportuna...'
"Sa-Sana." Mina no consiguió esconder su sorpresa. Tampoco se avergonzaba de aquello. "Esto sí que no lo previne en mis planes." Añadió en tono de broma, ya que el aire que las rodeaba parecía espesarse con el tic tac del reloj. La rubia le sonrió, apartándola del mostrador.
"No tienes idea de lo bien que me viene verte. Te he extrañado tanto..." Soltó de pronto Sana tocando el codo de la contraria con delicadeza, erizando al mismo tiempo la piel de la pelinegra. Por supuesto que fingió no sentir nada, en cambio, elevó una ceja interrogante.
"¿Ah, sí? Porque alguna vez habré leído que la desaparición es una clara señal de desinterés..." Murmuró con una sonrisa ladina. Sana le devolvió la sonrisa con algo similar a lástima y arrepentimiento reflejado en sus ojos.
"Lo sé, y no sabes cuánto lamento eso." Lucía frustrada. Como atrapada entre la espada y la pared, justo como lo estaba ella días antes con la rubia en su salida. "Y aunque sonará a excusa, te juro que tiene una explicación." Culminó con una mirada sincera, a parecer de Mina. 'O es una increíble actriz...' connotó su subconsciente decidido por no volver a dejar engañarse por su estúpido y debilucho corazón. "¿Gustarías acompañarme a mi departamento? Queda a dos calles de aquí, podemos conversar un poco en el trayecto, y arreglar ese lindo suéter, si gustas..." Ofreció en tono de súplica, y es que 'Ah... No puedo negarme a esos enormes ojos avellana.' La pelinegra bufó. Rodó los ojos por lo que saldría de sus labios y dijo:
"Está bien, pero, ¿sabes algo? Las dos veces que he venido a pedirme una limonada, apareces tú y desaparece la bebida..." Sugirió con más molestia que diversión, pero no terminando de parecer ruda. "¿Te parece sí-?" señaló con sus manos el puesto ausente dentro de la fila para ordenar, aún era su turno.
"¡Oh! Sí, sí. Por supuesto. Pide tu limonada azul. Yo invito." Le tendió un par de billetes arrugados y Mina sonrió negando mientras tomaba el dinero. Ordenó por un instante, y en un parpadeo, ambas chicas ya se encontraban caminando calles abajo, con sus respectivas bebidas azules, debido a que Sana renunció a la idea del café con leche.
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Her Own Worldview [Minayeon]
FanficNayeon, una misteriosa detective, utiliza su tiempo libre para acosar e investigar a su enamoramiento espontáneo, una linda bailarina llamada Kazuha. Quiere hacer las cosas mejor esta vez, alejada de una red mentiras. Más que una red, era una telara...