La sangre fluía con fuerza a través de sus venas, en compás similar al ritmo de sus latidos furiosos y sus oídos alerta. Aquella sangre de los Primeros Hombres, que maldecía con fuerza por haberla obtenido, era la misma que ahora se encargaba de salvarlo de la perdición.
Corre. Corre. Corre.
El camino cuesta arriba no significaba nada en comparación al sentimiento de persecución. A sus latidos descompaginados, a su respiración hecha jirones. El largo camino a aquella montaña en aquella fría mañana no era suficiente para desanimarlo de salvarse.
Más rápido. Más rápido. Más...
Joffrey Strong estaba jodidamente cansado.
Tan jodidamente cansado que no pudo evitar tropezar con un pequeño pedazo de piedra que sobresalía del follaje excesivo que rodeaba el pequeño bosque de la isla de Dragonstone. Cayó al suelo con fuerza, sobre su hombro derecho, qué crujió bajo su peso. Luego soltó una maldición y agudizó su oído, lo suficiente como para escuchar los fuertes galopes que lo seguían dentro del espeso bosque lleno de follaje volcánico.
Corre, Joffrey. Corre, Joffrey. ¡Corre, Joffrey!
Se levantó del suelo, no sin esfuerzo. Se acomodó su chaqueta de plástico, impermeable para la fría mañana de la isla volcánica y corrió lo más rápido que le dieron sus piernas. Mientras más se adentraba en el bosque, el suelo se volvía cada vez más resbaladizo y pedroso. Joffrey corrió lo suficientemente rápido como para alcanzar lo que creía era la mitad del terreno, fue entonces que escuchó las súplicas de sus piernas y paró de correr.
Se recostó sobre sus rodillas, intentando recuperar el aliento, su respiración era un completo desastre que resonaba entre los altos pinos y el suelo de piedra.
Por un momento único, el bosque se quedó en un silencio absoluto cuando Joffrey contuvo su respiración, agudizando el oído una vez más, fue ahí cuando lo escuchó cerca.
El sonido de una rama rompiéndose.
Corre. Corre. Corre.
Había alguien siguiendo sus pasos. Había alguien que lo estaba alcanzando.
Huye. Huye. Huye.
Joffrey contuvo el aliento, y contempló brevemente sus opciones. Sus piernas ardían, llevaba corriendo tanto tiempo que no podía contarlo, su respiración no le respondía lo suficiente y los latidos de su corazón le hacían eco en los oídos. Sus instintos se activaron, lucha o huida, ¿cuál era el mal menor?
Decidió que no quería averiguarlo cuando oyó un galope constante bastante cerca. No quería averiguar qué destino tendría si luchaba, no con esos dos.
Mierda. Mierda. Mierda.
Ignorando el ardor en las pantorrillas, Strong se levantó de su posición y comenzó a correr de nuevo. Pero esta vez era más lento, sus piernas habían estado entumecidas por la húmedad fría y ahora intentaban ponerse de marcha nuevamente, aunque sabía que tomaría su tiempo. Su corazón latía tan rápido que apenas podía concentrarse en algo más. Entonces escaló una roca particularmente puntiaguda, ayudándose de la altura para ver qué tan lejos estaba la salida del bosque.
"Si logras atravesar este bosque, serás libre."
Bueno, eso estaba jodidamente lejos.
Todo lo que podía ver era más follaje extenso, más pinos altos alzándose a través de la roca húmeda y puntiaguda. Comenzó a desesperarse, los escuchaba, ellos estaban cerca, demasiado cerca, lo atraparían, luego lo llevarían a la playa y lo obligarían a...
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Fucking Hightower
FanficDaemon Targaryen ha estado fuera de casa durante cinco años debido a su servicio militar. Cinco. Malditos. Años. Y Alicent Hightower había encontrado la manera de meter a sus hijos en la cama de los niños de Rhaenyra, es decir, en la cama de sus n...