La puerta de la habitación de Aemond se cerró detrás de Lucerys, quien se recostó contra ella dejando escapar un suspiro.
—No puedo creer que se lo hayan tragado. — sonrió el platinado —¡Todos se lo han creído! Ví la cara de alegría mal disimulada del tío Daemon.
La antesala de la habitación de Aemond era hermosa. Lucerys siempre la había admirado.
Estaba llena de libros bien puestos en altos libreros que se elevaban hasta el alto techo, de donde colgaba un pequeño candelabro eléctrico. Las paredes estaban pintadas en verde musgo y el piso de baldosas azabache alfombrado en beige le daban un toque clásico junto a la luz cálida del candelabro que rebota de forma paulasible y causa así un efecto de oscuridad luminosa que de alguna forma encajaba con Aemond Targaryen de forma perfecta.
En la sala habían sillones cómodos de cuero negro, un tocador de color marfil y al fondo, junto a las puertas dobles que conducían a su dormitorio, un violonchelo descansaba junto a un atril color marfil. Algunas partituras se encontraban pulcramente dobladas, en su escritorio, junto con sus libros de la universidad y de lectura preferida. Todo se encontraba profundamente limpio y ordenado, lo que a Luke siempre le daba escalofríos, teniendo en cuenta que su habitación era un desastre los días que Dalya no la ordenaba.
Un pensamiento intrusivo se coló en su mente más rápido de lo que pudo evitar.
"Muy pronto ya no verás esta sala tan seguido" pensó "De hecho, ni siquiera lo verás a él"
Lucerys contuvo un suspiro. No era el momento para esto.
No cuando luego de un mes entero de peleas que poco a poco iban empeorando habían conseguido un poco de paz burlando a su familia en esa maldita cena que se llevó parte de su sanidad mental. No debería. No debería lanzar una bomba como esa ahora. No luego de todo lo que ha pasado. Esto rompería el equilibrio que habían conseguido. La delicada paz que habían logrado.
"Pronto, ya no vendrás tan seguido a la Mansión Targaryen y ya no verás a Aemond todos los días posibles"
Aún así, Luke fue incapaz de morderse la lengua.
—Me voy a Harrenhal.
Lucerys fue consciente del momento exacto en el que la sonrisa satisfecha de Aemond se borró de su rostro.
Mierda.
—¿Qué? ¿En Año Nuevo? — ante su silencio, la compresión cayó en el mayor de forma lenta. —¿Luke?
El ambiente, antes cálido y suave, se volvió frío y cortante de repente. De pronto, Luke ya no se sentía tan cómodo estando en la antesala de la habitación de Aemond, y tampoco se sentía cómodo con la mirada penetrante que este le dirigía. Quería rehuir la mirada, sabía que era incapaz de soportar ver el dolor en los ojos de su novio, sin embargo, una parte suya necesitaba ser lo suficiente hombre como para afrontar sus problemas futuros.
Era una realidad, una que, mientras más rápido la enfrente, mejor.
Luke se iría a vivir en Las Tierras de los Ríos el próximo año, para completar su educación superior en una universidad cercana a la casa de su familia paterna, con el objetivo de familiarizarse con su tierra y su próxima herencia. Después de todo, en su caso, su apellido no era un complemento millonario. Su apellido significaba algo, un sacrificio, un futuro oficio que tendría que emplear.
No podía seguir escapando de ello.
—Padre así lo quiere. — fue su respuesta —Así es como debe de ser, sé que sí. Aún no es seguro, pero...

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Fucking Hightower
FanfictionDaemon Targaryen ha estado fuera de casa durante cinco años debido a su servicio militar. Cinco. Malditos. Años. Y Alicent Hightower había encontrado la manera de meter a sus hijos en la cama de los niños de Rhaenyra, es decir, en la cama de sus n...