Capítulo 20

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Nerissa

-Buenos días dormilona, ¿cómo dormiste?

-Buenos días James, ¿bien y tú?

-Bien, feliz por haber dormido junto a tí. -Insertando una suave beso en mis labios-.

De pronto, escuchamos sonidos de golpes en la puerta y aparece Niam de repente.

-Buenos días parejita de enamorados, a desayunar.

-Ya vamos.- Dijimos los dos a la vez-.

Nos levantamos y cambiamos de ropa para ir a desayunar.

-Buenos días.-Dijo Camile-.

-Buenos días pequeña, ¿cómo dormiste?-Le dice James a Camile-.

-No soy pequeña, ¡soy grande!-Cruzándose de brazos-.

-Okey okey, eres grande.-Le dijo él mientras me miraba pidiendo ayuda-.

-¿Vamos a desayunar?-Hablo yo-.

-Si si, siéntense.-Dice la mamá de William.

-Muchas gracias.- Decimos los dos-.

Al terminar de comer, James se me quedó mirando.

-¿Qué pasa amor?

-¿Vayamos a caminar? Quiero llevarte a un lugar.

-Okey, vamos.-Me levanto y voy al cuarto para cambiarme, al salir, él estaba ahí esperándome-.

Me puse un pantalón beige con un cinturón negro delgado y un suéter largo por arriba, unos converse blanco y negro altos y una coleta con trenza en el pelo.

-Estás hermosa, ¿vamos?

-Vamos.-Dándole la mano y saliendo de la casa-.

Después de caminar media hora, llegamos a un centro comercial.

-¿Qué piensas hacer aquí?

-Tranquila, Luna, vamos a ver una película.

Subimos las escaleras mecánicas y entramos al cine.

-¿Palomitas dulces o saladas?-Dice la persona que nos estaba atendiendo-.

-Saladas.-Decimos los dos a la vez-.

-Muy bien.-Pasandonos las palomitas-.

-Listo.-Dijo James al pagar-.

-Vamos.-Tomándolo de la mano y entrando a la salamde cine-.

La película era de terror, no me agradaban mucho esas películas, pero fue la mejor que encontramos, afirmé la mano de James durante toda la película.

-Me dejaste la mano morada, amor.

-Lo siento, es que...

-¿Tenias miedo?

-Pues sí.

-No te preocupes, está bien, no me duele, ¿quieres ir a tomar un café?

-¿Seguro? Y si, quiero, vamos.

-Sip, seguro, y okey, vamos.

Tal vez tomar café frío en pleno invierno no fue tan buena idea, pero me rehusaba a pedir otro, siempre pedía el mismo.

-¿Tienes frío, mi niña?

-¿Qué crees?-Mirándolo como si quisiera asesinarlo por preguntarme algo tan obvio-.

-Pareces un gatito recién bañado, ven, abrazo, que estás temblando.-Estirando sus brazos para abrazarme-.

-Me enojaría, pero tengo mucho frío como para enojarme contigo ahora.-Aceptando su abrazo-.

-¿Sabes algo, mi Luna? Te amo

-Yo también te amo, James.

Estaba por besarlo, cuando de pronto, el teléfono de James suena y el acepta la llamada.

-¿Hola? Si, ¿qué pasa?-Dándome la espalda-.

Hubo un silencio incómodo y volvió a hablar.

Se volteó a mirarme y volvió a darme la espalda.

-Claro, vamos de inmediato.-Cortando la llamada y mirándome preocupado-.

-¿Amor, qué pasa?

-Tenemos que irnos.

-¿Amor?

-Luna, tenemos que irnos ahora, ahora ya, apúrate, recoge tus cosas.

Me estaba preocupando, nunca lo había visto así.

-James.

-Luna, tenemos que irnos ahora.

-James, ¿qué sucede?

-Te lo digo en el camino.

-James, dime qué- Interrumpiéndome

-Tu mamá murio.-Dijo y de inmediato guardó silencio-.

Q... ¿¡Qué!? ¿Cómo así? No.. no puede ser.

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no sabía el por qué, si ella había sido tan mala con Niam y conmigo, ¿cuál era el motivo por el que me dolía su muerte?

Tal vez, muy en el fondo, seguía con las esperanzas de que algún día, ella se disculpara, ahora sé, que eso nunca será posible.

-Lo siento, lo siento por llorar...

-Está bien, está bien, permítete llorar.-Dijo él, mientras me daba cariño en el pelo-.

Luego de unos minutos, salimos del café y fuimos a la casa, al entrar, Niam me recibió con un abrazo mientras lloraba.

-Nunca nos mereció, ella merecía eso, ella merecía morir.-Le digo a Niam en el oído-.

-Tenía la esperanza de que...

-Se disculpara, lo sé.-Terminando la oración por ella-.

-No sé por qué duele tanto...

-Yo tampoco lo sé, Niam, yo tampoco lo sé...

Nos sentamos las dos en el sofá y terminamos dormidas, luego sentí cómo unos brazos me levantaban y dejaban en una superficie suave, que supuse que era mi cama y luego una manta recorría mi cuerpo, proporcionándome calor.

-Descansa, mi amor-. Dijo una suave voz, mientras dejaba un delicado beso en mis labios-.

La siguientes dos semanas, se pasaron en automático, no estuve ni feliz, ni triste, simplemente existía, las horas se pasaban y no me daba cuenta, lo que sí, James estuvo todo el tiempo junto a mí, me apoyó siempre, cuando quería llorar, él estaba ahí, cuando quería gritarle a todo el mundo, él estaba ahí, no se alejaba, pero tampoco me hablaba, James entendía que no quería hablar, que simplemente necesitaba compañía y él me la estaba dando.

¿Qué tal les pareció el capítulo?

Espero leer sus comentarios

Con mucho amor: Mari♡

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