Nuvole

Capítulo 3

No podía ser posible, cómo así, nonono, tuvo que ser un error.

Estuve toda la mañana pensando lo mismo, cómo pudo pasar, cuándo.

No me gusta, no puede ser posible.

¿En verdad era él?

Llegué a la librería, y como era de esperarse, willy entró.

- Buenos días linda. 

- ¿Qué libro vas a llevar?

-  ¿Estás bien? Te noto rara.

NO, porfavor, no me mires.

Veo como dirige sus ojos hacia mí.

Yo correspondo a su mirada.

 Pero me pongo nerviosa, cuando, los baja hacia mis labios.

- Sí, estoy bien, ¿qué libro vas a llevar?

-  Nosotros en la luna.

Ingreso los códigos, él ingresa la tarjeta, se lleva el libro, y nos vamos a clases.

Estabamos caminando, cuando siento que nuestras manos rozan, pasan unos segundos, y él me toma la mano.

Esos diez segundos de contacto visual fueron los más extraños y al mismo tiempo agradables, de toda mi vida. 

De repente noto que le llega una notificación al teléfono, y se empieza a comportar medio extraño.

Llegamos a clases, y nos sentamos en las sillas, justamente nos tocaba sentarnos juntos, así que hablabamos todos los días.

- Bueno alumnos, comenzaremos con este trabajo, que será de a tres, pero, como excepción, esta vez, juntaremos al salón de al lado, harán los grupos en conjunto, como instrucción para formarlo es que debe haber mínimo una persona del otro salón en su grupo.

No inventes, lo que esperaba, no puede ser, odio este día.

Willy me pidió trabajar juntos, y fue a buscar al tercer integrante.

De la nada la veo, no podía ser... se estaba acercando

Ojalá que no sea lo que pienso.

- ¿Te molesta que sea ella?

- Hola, Nerissa.- Dice Emm

- Hola

Respondo cortante.

- ¿Te molesta?

Lo dudé, obvio que me molestaba, pero prefería no hacer tanto drama frente a todos.

Emm es una chica rubia de ojos café, alta, no puedo negarlo, si es bonita, casi todos los chicos se le acercan, y justamente por eso es que no me cae bien, no puedo querer a alguien que sabiendo que yo tenía novio, salió con él. Y por supuesto que él la aceptó, cuando la volví a ver sentí que esa herida se abrió de nuevo.

- No

- Qué bueno.

Durante esa hora, willy y yo intercambiabamos miradas, trabajamos normal, y luego nos fuimos a casa.

Como siempre, Él me acompañó.

- Neri...

- Dime

- Sobre lo de antes... disculpame si te molestó que invitara a Emm a trabajar.

Escuchar su nombre abría cada vez más esa herida.

- No te preocupes.

- ¿No te molesta? Es que no quiero hacerte trabajar con alguien con quien no te sientes bien o cómoda.