Nerissa
- ¿Estás lista, Luna?- Dice él, desde afuera de la habitación-.
- Sí, estoy lista.
Al fin llegó el día, estoy muy nerviosa, espero que todo salga bien.
James entra y se sorprende.
- Estás hermosa.
- Gracias, James.
- Te quiero mucho, Luna, eres muy especial para mí.
- Te quiero.
Lo abrazo y nos quedamos así por unos segundos, luego él se aparta.
- Hay que irnos, ¿vamos?
- Vamos.
Al salir del cuarto, veo que William estaba afuera esperando.
Llevaba un traje y con corbata azul oscuro y unos zapatos de vestir negros.
- ¿Vas a ir?- Le digo extrañada-.
- Sí, ¿Algún problema?
- No, ninguno.
Caminamos hasta subir al auto, la mamá de William nos llevaría.
La decoración de la fiesta era increíble, habían globos plateados y dorados por todo el techo y en los espacios para fotografías, casi todos los del nivel estaban ahí.
Una vez entramos, William se separó de nosotros y yo fui con James a la terraza, donde todo estaba más tranquilo.
- Ven, siéntate aquí. - Dice indicando con su mano un espacio al lado suyo.
Me siento junto a él y le tomo la mano.
- Está muy lindo el atardecer, mira esas nubes.
Era cierto, al estar nublado hacía que el atardecer se viese muchísimo más bonito.
- ¿Sabes...?- Dice mientras nuestros ojos se encuentran-.
- Se dice que en cada uno de los atardeceres, se guardan todos los deseos o sueños que no se pudieron cumplir, aguardan todos los recuerdos de personas o seres que se han ido, esas penas o motivos de tristeza, y esos amores no correspondidos o que nunca nos atrevimos a confesar.
- Y... ¿a qué viene todo esto?
- Neri.
- Dime.
Sus ojos son hermosos, pero creo que están mucho más lindos que siempre.
- Luna...
- ¡Dimee! ¿Qué pasa?
- No sé cómo decirlo...
- Dilo, no debe de ser tan malo, ¿o sí?
- Nonono, no es malo, solo... que no sé cómo decirlo.
- Tranquilo, puedes decirme lo que quieras.
- Luna... Cada vez que te veo, esos ojos me hipnotizan, tu sonrisa me enamora y tus palabras me cautivan.
Eeeh... creo que es el momento...
Antes de que yo pudiera reaccionar, nuestros labios se unieron en un tierno beso.
- Disculpa... no quise...- Separándose rápidamente-.
No lo dejé seguir hablando y lo besé.
- Entonces... ¿sientes algo por mí?- Dice él con los ojos brillantes.
- Sí, James, me gustas.
- Eeeeh...- Mostró una sonrisa que no pudo disimular-
- ¿Puedo... ser tu novio?- Tomando mis manos-.
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Nuvole
RomanceNerissa, una chica de 15 años, que trabaja en una librería, de repente, se encuentra con alguien que le cambiará la vida.