『••[𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑻𝒓𝒆𝒄𝒆]••』

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[Fuego azul, Sangre azul]

En el bullicio del escondite de los villanos, Dabi caminaba con pasos decididos

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En el bullicio del escondite de los villanos, Dabi caminaba con pasos decididos. Llevaba consigo una caja que contenía el nuevo traje de villana para su hermana menor, Kaia. Al entrar en la habitación donde ella esperaba, una ligera sonrisa se asomó en su rostro.

─Kaia, aquí tienes tu traje ─dijo, colocando la caja frente a ella.

Kaia abrió la caja con entusiasmo, pero su expresión rápidamente se torció en una mezcla de sorpresa y disgusto. El traje era corto y revelador, muy lejos de lo que había esperado.

─¿Qué es esto? ─preguntó, levantando el traje con una expresión de incredulidad─¿no es demasiado corto?

Dabi miró el traje y frunció el ceño. Su habitual calma fue reemplazada por una furia controlada.

─¿Quién fue el idiota que hizo esto? ─murmuró.

Sin perder tiempo, salió de la habitación en busca del responsable. No tardó en encontrar al encargado de los trajes, un hombre de mediana edad supervisando a varios subordinados.

─¡Oye, tú! ─gritó Dabi, su voz llena de ira─. ¿Eres el que hizo el traje para Umbra?

El hombre, al ver la furia en los ojos de Dabi, tragó saliva y asintió nerviosamente.

─Sí, señor, yo fui. Pensé que...

Dabi no le dio tiempo para terminar la frase. Con un rápido movimiento, lo golpeó en la cara, haciendo que el hombre cayera al suelo. Los demás en la sala se quedaron en silencio, mirando con miedo.

─¡Es una niña de 16 años! ─rugió Dabi─. No vamos a sexualizarla para esta guerra. Hazle un traje apropiado para su edad y para la batalla, algo funcional y respetuoso, ¿entendido?

El hombre, sangrando por la nariz, asintió rápidamente.

─Sí, señor. Lo siento mucho. Haré uno nuevo de inmediato.

Dabi se giró y volvió a la habitación donde Kaia lo esperaba. Al verla todavía sosteniendo el traje, su expresión se suavizó.

─Lo siento, Kaia. Ya se están encargando de hacerte uno nuevo. Algo adecuado y funcional para la batalla.

Kaia lo miró con una mezcla de gratitud y alivio.

─Gracias, Dabi. Sabía que lo arreglarías.

Dabi sonrió levemente, colocando una mano en su hombro.

─Eres mi hermana. Nadie va a faltarte al respeto mientras yo esté aquí.

Kaia asintió, sintiendo una renovada confianza. Sabía que, a pesar de su exterior frío y distante, Dabi siempre estaría allí para protegerla.

La noche había caído sobre el campamento de los villanos, sumiendo todo en una oscuridad rota solo por las fogatas dispersas. Kaia y Dabi se encontraban alejados del bullicio, sentados sobre una vieja manta en un rincón tranquilo. Habían pasado semanas planeando la gran confrontación que se avecinaba, y Kaia sentía un nudo de ansiedad en el estómago.

─Dabi...─dijo finalmente, rompiendo el silencio entre ellos─Necesito saber algo.

Dabi levantó la mirada, sus ojos azul pálido fijos en ella.

─¿Qué pasa, Kaia?

Kaia respiró hondo, intentando encontrar las palabras correctas.

─¿Qué va a pasar cuando uses el 100% de tu don en la guerra?

Dabi guardó silencio un momento, su expresión grave.

─Kaia... sabes que mi quirk tiene un precio. Usarlo al máximo significa arriesgarlo todo. Es muy probable que mi cuerpo no lo soporte.

Kaia sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

─¿Estás diciendo que podrías... que podrías morir?

Dabi asintió lentamente.

─Es una posibilidad real. Pero tenemos que ganar esta guerra, cueste lo que cueste.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos de Kaia, pero ella se obligó a mantener la calma.

─No puedes hacer eso, Dabi. No puedes dejarme sola otra vez..

Dabi extendió una mano y tomó la de Kaia, su agarre firme y cálido.

─Kaia, he elegido este camino. Siempre supe que podría llevarme a esto. Pero tú eres fuerte. Más fuerte de lo que crees. Si algo me pasa, quiero que sigas adelante. Tienes que vivir y luchar por ambos.

Kaia apartó la mirada, las lágrimas finalmente desbordándose.

─No sé si puedo hacerlo sin ti.

─Sí puedes ─dijo Dabi con convicción─ Tienes que hacerlo. No solo por mí, sino por ti misma. Eres una guerrera, Kaia. Nunca olvides eso.

Kaia se lanzó hacia Dabi, abrazándolo con fuerza.

─Te prometo que intentaré ser fuerte. Pero por favor, no te rindas. No te vayas sin luchar.

Dabi la rodeó con sus brazos, sosteniéndola con fuerza.

─Nunca me rendiré, Kaia. Haré todo lo posible por volver contigo. Pero tienes que prometerme que, pase lo que pase, seguirás adelante.

Kaia asintió, su rostro escondido en el pecho de Dabi.

─Lo prometo. Lucharé por ti.

Dabi la besó en la frente, un gesto de ternura que rara vez mostraba.

─Eso es todo lo que necesito escuchar. Ahora, descansa un poco. Mañana será un día largo.

Kaia se acurrucó junto a su hermano, sintiendo el calor de su cuerpo y el consuelo de su presencia.

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𝐃𝐨𝐥𝐥'𝐬 𝐇𝐨𝐮𝐬𝐞 [𝐓𝐨𝐝𝐨𝐫𝐨𝐤𝐢 𝐓𝐨𝐮𝐲𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora