🔥CAPITULO 55🔥

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¿TENGO QUE DECIRLES DE NUEVO LA AMENAZA DE LOS COMENTARIOS?

¿TENGO QUE DECIRLES DE NUEVO LA AMENAZA DE LOS COMENTARIOS?

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Yannick.

Es mi fantasía más oscura.

Cuando todos acaban en sonoros gemidos y respiración agitadas mis piernas me levantan del sofá por si solas como si supieran que soy el siguiente, mis manos desabotonan mi camisa con una tranquilidad que en realidad no siento, pronto mi ropa está perfectamente doblada sobre el sofá y yo me encuentro parado delante de ella que se encuentra sentada en la cama mirándome como si fuera un maldito ciervo.

Sus ojos recorren mi cuerpo con más apreciación de la que esperaba de mi hermana biológica, pero joder si no me encanta, mi polla brinca sintiendo la intensidad de su mirada en ella y ella se lame los labios.

Lo que menos quiero ahora es su boca.

Jerome se pone a mi lado igual de desnudo que yo, ninguno de los dos parecemos avergonzados por ello, nos conocemos desde hace años aunque para él llevo muerto suficientes años.

Él se sube a la cama y se la lleva con él mientras la besa apasionadamente, la hace ponerse a horcajadas en su regazo, pero de espaldas a él, sus ojos me miran nerviosos al verme acercarme a ella de rodillas en la cama, Jerome la levanta levemente para ubicar su polla en su entrada y la baja de golpe gimiendo su nombre al igual que ella.

Cuando ella cerró los ojos por el repentino placer y su espalda se arqueo para llevar su cabeza hacia atrás yo me ubiqué entre sus muslos abiertos, Jerome agarró ambos pies de ella y los puso a los lados de su cuerpo mientras él también abría sus piernas y levantaba un poco sus rodillas para poder embestirla bien.

Yannick: Tu cuerpo responde tan bien a todos nosotros…

Murmuro mientras empujo su torso para que esté completamente acostada en el pecho de Jerome y paso mi lengua por entremedio de sus pechos viendo como su piel se eriza, chupo y mordisqueó su cuello mientras mi polla empieza a hundirse en su coño, la presión me hace apretar las muelas y respirar pesadamente, el calor y la humedad no ayudan nada a lo cerca que estoy de correrme solo de hundirme en ella, pero empiezo a pensar en cosas sin importancia mientras termino de meter hasta mi último centímetro.

Cuando ya estoy seguro de que no acabaré en dos malditos segundos me levanto de ella, sus ojos vidriosos me miran con un hambre voraz, Jerome me mira como si quisiera matarme ahora mismo mientras el sudor cae por su frente seguramente por el esfuerzo de aguantar su carga al igual que yo.

Fue la tarea más complicada que tuve en toda mi jodida vida, su coño nos apretaba tanto que casi podía sentir a mi polla amputarse de mi cuerpo.

Agarro sus caderas mientras Jerome aprisiona sus pechos magreandolos antes de que ambos salgamos hasta la mitad y nos volvamos a meter en su interior.

Jerome: Oh joder.

Yannick: Mierda.

Juliette: ¡Ah!

La sensación de su coño envolviendo nuestras pollas y ya no haciéndolo cuando las sacamos es dolorosa, satisfactoria y placentera a la vez, es la jodida mejor sensación del mundo, es un éxtasis que amenaza con consumir todo rastro de control que tengas.

Jerome y yo parecemos conectados volcandonos en el vaivén coordinado como si hubiéramos hecho esto miles de veces y no como si fuera la primera vez que compartimos una mujer.

Una de mis manos viaja por todo su cuerpo hasta terminar en su cuello el cual aprieto con poca fuerza, pero la suficiente para que la entrada de aire se reduzca considerablemente, su coño se aprieta con esa acción haciéndonos gemir mientras ella grita ansiosa por más.

Sus gritos inundan la habitación por nuestras embestidas, también por mi agarre en su cuello y los azotes que Jerome le está dando a sus pechos dejando su blanca y tersa piel marcada con sus dedos, la imagen de ella enrojecida sacude mi cuerpo como un maremoto haciéndome desesperar.

Pierdo todo el control que tenía, al parecer Jerome está igual porque ambos cambiamos a un vaivén casi bestial, sus gritos son cada vez más seguidos y nuestras embestidas cada vez más rápidas.

Juliette: ¡Ah! ¡Ah!

Su interior se cierra dolorosamente a nuestro alrededor haciendo que nuestras embestidas se vuelvan peores si eso era posible, a este paso ella ya podría estar desgarrada por lo que estamos haciendo, pero no parece importarle al estar tan perdida en su placer, cierro los ojos y aprieto la mandíbula ante el fuerte placer.

Mi orgasmo se empieza a formar en mi interior, tensando mis músculos y engordando mi polla, empiezo a dejar de pensar y solo follar como si estuviera poseído buscando mi placer y persiguiendo mi orgasmo con ímpetu hasta que allí está, la cúspide de mi placer llega cuando ella se corre tan dolorosamente a mi alrededor casi cortándome la polla.

Grito mi orgasmo y caigo sobre ella apenas logrando poner mis brazos para no tirarme mi peso encima y sufriendo cada jodidamente placentero espasmo que tiene su coño hambriento mientras toma cada gota de mi semen y el de Jerome.

Yannick: Es irreal lo perfecta que eres.

Un sollozo de ella hace que nos separemos de golpe y todos se nos acerquen, empiezo a revisarla temiendo que mi sospecha sea real y la haya lastimado.

Nunca me lo perdonaría.

Jerome: ¿¡Te hicimos mal!?

Juliette: No… es solo… solo que no puedo creer que se me haya cumplido todo lo que pedí.

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