Capítulo Dieciséis

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Después de la noche de celebración, Lisa se queda en casa de Taehyung debido a que está ebria y no puede conducir hasta su casa. Entonces, Jungkook, tratando de anticiparse a un eventual conflicto con ella, le pide a su novio Jimin que también se quede a dormir en su casa esa noche.

Ya estando en la habitación, ambos se ponen cómodos.

—¿Puedes apagar la luz? —le pide Jimin al ver que su novio se ha desprendido de su camiseta.

—¿No quieres verme?

—No quiero que tú me veas a mí —le dice con vergüenza bajando la mirada.

—Amor, ya he visto tu cuerpo antes y desde toda las perspectivas posibles —le aclara con ternura.

—Me siento... mal. Sé que ya hemos hablado de esto, pero no puedo evitar sentirme... no sé, ¿inseguro?

—Escúchame amor, yo respetaré tus deseos, pero te vuelvo a decir que no tienes que sentirte cohibido. Eres hermoso y te amo tal cual eres —Jungkook se acerca para besar los labios de su novio y luego se estira para alcanzar el interruptor de la lámpara.

—No lo hagas —le pide sonriendo y se despoja de toda su ropa.

Esa noche, Jungkook y Jimin se aman en la penumbra de la habitación, solo iluminada por la luz tenue de una lámpara, sus cuerpos se funden de pasión y amor, compartiendo sus sentimientos más profundos en cada caricia y beso. Reafirman su compromiso de amor.

A la mañana siguiente, Jungkook es el primero en levantarse y va a la cocina a buscar un poco de agua. Un silencio sepulcral inunda la casa durante la mañana del domingo. Los muebles están en orden, y la luz del sol se cuela suavemente por las ventanas, creando un ambiente tranquilo y casi etéreo. Rellena la botella con agua y, al voltearse para dirigirse hasta la puerta, ve a Lisa parada en la entrada. Ella lleva la misma ropa de la noche anterior, un poco desaliñada, pero con una actitud que parece ignorar cualquier incomodidad.

—Buenos días —le dice ella con una descarada sonrisa. La misma que Jungkook vio la noche anterior, una sonrisa que destila confianza y un toque de malicia.

—Lisa... —responde con una expresión seria, frunciendo el ceño. Luego prosigue su camino, intentando mantener la compostura.

—¡Jungkook! —ella le toma el brazo con fuerza.

Él se desprende inmediatamente de su agarre —Supongo que recuerdas lo que pasó anoche.

—Claro que lo recuerdo. ¿Por eso estás tan enojado conmigo? —pregunta ella, fingiendo inocencia.

—Por supuesto que me enoja. Te estás burlando de mi hermano.

—Ay Jungkook, te ves tan sexy cuando estás enojado —dice Lisa, acercándose peligrosamente.

—¡Basta Lisa! —le pide Jungkook ya cabreado de su descarada actitud.

Entonces Lisa extiende su mano para tocar la barbilla de él en el momento menos oportuno, ya que justo en ese momento alguien abre la puerta de la cocina. La tensión en el ambiente es palpable.

—¡Jimin! —dice Jungkook, quedando petrificado al verlo.

Jimin, boquiabierto, mira a su novio y después vuelve su mirada hacia Lisa, a quién ve sonriendo maliciosamente, como una araña que acaba de atrapar a su presa en la telaraña.

—¿Q-qué están... haciendo? —le pregunta con la voz entrecortada, sintiendo cómo su corazón se rompe.

—Nada amor, esto no es lo que estás pensando —intenta explicar Jungkook, desesperado.

MI REFLEJO EN TUS OJOS (En edición) KookMin/JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora