MI REFLEJO EN TUS OJOS (En edición) KookMin/JiKook

Capítulo Veinticuatro

Los ojos cristalizados del chico y su profusa respiración, reflejan su angustia y desesperación.

—¿De Jungkook? ¿Quieres que me aleje de él? No lo entiendo, tía. ¿Por qué me estás diciendo esto?

—Es... peligroso —el tono y la mirada de su tía se suavizan.

—¿Qué? Jungkook no es peligroso, tú lo conoces.

La tía Hana niega con la cabeza mientras inhala una gran bocanada de aire. La mirada perpleja de Jimin la conmueve. Lo toma de los hombros y luego lo abraza tan fuerte como puede. Lo jala contra su cuerpo y solloza sobre su hombro.

—Tía...

—Lo sé, mi amor. Jungkook es un buen chico. No quise decir que es peligroso. Escúchame —le dice la mujer mirándolo fijamente —Quiero que te alejes de este hombre.

La tía toma el periódico que antes dejó sobre la cama y se lo muestra a Jimin.

—¿Por qué tía?

—¿Lo conoces?

—Es el dueño de la compañía donde trabaja Jungkook y también es el padre de Eunwoo.

—¡Entonces lo conoces! ¡¿Él te ha visto?!

—Sí, ayer me vio... de lejos. Pero nunca he hablado con él.

—No lo hagas. No hables con él. Jimin no quiero que te acerques a él ni a su hijo.

—¡¿Por qué?! —la voz del chico es desesperada.

—¡Simplemente, no lo hagas! —un grito desesperado aturde al chico y las lágrimas de la mujer vuelven a brotar.

Sin entender las razones de su tía, Jimin frunce el ceño aún más y aprieta los labios. Resopla con frustración, sale deprisa de la habitación y deja a su tía sumida en un mar de lágrimas.

Su rostro compungido y enrabiado a la vez, causan preocupación en su novio al verlo llegar. Jungkook lo observa por un momento sin decir nada. Con sigilo se acerca y busca cuidadosamente encontrarse con sus ojos, sin embargo, la mirada de Jimin es esquiva.

—¿Mi amor? —le dice finalmente —¿Estás bien?

Jimin alza la vista hacia su novio —No sé qué le pasa a mi tía, Jungkook. Está actuando extraño y diciendo cosas sin sentido.

—¿Qué te dijo?

—Ella...

—¡Jungkook! —interrumpe la tía al aparecer en la sala.

—Sra. Hana... ¿Cómo está?

—Jungkook, debo pedirte que te vayas y no vuelvas a esta casa —le dice con una voz firme y una mirada implacable que ninguno de los chicos vio antes en ella.

—¡Tía no puedes hacerme esto!

Claro que puedo y lo haré. Tú estás a mi cargo y debo hacer todo lo necesario para protegerte.

—¿Protegerme de qué? Jimin aún está furibundo aunque también intrigado por el comportamiento de su tía.

—¿Hice algo que le molestó, Sra. Hana? —Jungkook le habla a la mujer en un tono sereno, mientras Jimin aprieta su brazo solo un poco. Tal vez buscando la calma en ese contacto.

—No Jungkook. No hiciste nada incorrecto. Lamentablemente, las circunstancias de la vida han hecho que la relación entre ambos sea... complicada.

—Es porque trabajas con el padre de Eunwoo... —interrumpe Jimin.

—¡Silencio! —la voz autoritaria de la tía Hana retumba en las paredes de la sala dejando perplejos a ambos chicos —Simplemente no es bueno que te involucres con esas personas, Jimin. Desgraciadamente, Jungkook ya está muy cerca de esa familia. Incluso si dejara de trabajar en esa compañía, seguirá siendo amigo de ese chico, el hijo de Kim MinJae.