La situación era tensa. Estábamos cansados, había gritos que no dejaban dormir.
—Mis padres trabajaban en una mina —Dijo Iván sacando tema de conversación —Un día estaban atrapados por un derrumbe.
—¿Y murieron? —Pregunté como si fuera lo más habitual.
—¿Qué? No, solo se lastimaron y dejaron de trabajar en las minas, luego de eso nos fuimos a la casa de mis abuelos que eran granjeros, me enseñaron a vivir del campo, pero un día hablaron en clases sobre la universidad y dije "Ahí quiero ir."
—Mis padres eran asquerosamente ricos, soy de una familia que goza de un buen prestigio, pero con el tiempo fue perdiendo poder, mi hermano mayor me intentó detener cuando quise irme, dijo que no fuera con un idiota —Dijo Giorgio apuntando a Mateo. —Pero aquí estoy.
—¿Ustedes se conocían de antes? —Preguntó Lars
—Sí, es algo complejo, mi padre trabajaba para los suyos, era carpintero, crecimos juntos y con el tiempo pude ir a la universidad, antes de irme quería despedirme, pero cierto niñito tiró sus maletas al tren y saltó para alcanzarme e irnos. —Dijo Mateo.
—Yo crecí con mi abuela, mis padres tuvieron un accidente fatal y me dejaron con ella. A veces vienen a visitarme. —Dijo Lars
—¿No tuvieron un accidente fatal? —Pregunté, dudando, ¿Cómo lo iban a visitar si murieron en un accidente fatal?
—Yo fui el accidente fatal. —Respondió, riendo.
Todos miramos a Friedrich quien estaba concentrado en comer sin decirnos nada, debió ser traumático morir, estaba rascándose el brazo fervientemente, tal vez por el estrés.
—¿Te sientes bien? —Pregunté.
—Sí, solo, algo cansado, no quiero hablar. —Respondió.
—¿Todos ustedes son de la universidad? —Preguntó Dan.
—Sí. —Respondió Iván.
—¿Y qué hacen unos universitarios aquí? —Preguntó Dandara tocando terreno peligroso.
—Estamos aquí para investigar sobre los monstruos. —Respondí con tranquilidad.
—Bueno, hay mucho que investigar, pero tengo otra duda, antes te vi usar un domo y ¿ahora puedes curar? —Me miró esperando una respuesta.
No tenía ni idea de cómo responderle así que la dejé inconsciente para que no hiciera más preguntas, ella cayó contra el suelo.
—Mañana seguiremos, tomaremos turnos para cuidar que no vengan más monstruos y dormiremos ¿Les parece? —Pregunté.
Todos asintieron.
—Tomaré el primer turno. —Se ofreció Friedrich.
Así pasamos la noche, cuando despertamos en la mañana supimos que ya era tiempo de seguir. Tomamos un desayuno rápido con café para despertarnos y seguimos el camino, estuvimos todo el día con el domo porque había rayos y aves pequeñas que intentaba sacarnos los ojos el camino. Demoramos un día en llegar a una bifurcación que tenía dos carteles apuntando a dos caminos: "Camino Tranquilo, zona dos." Y el de la izquierda decía "Bosque Tortura Feliz, zona uno"
—Avanzaremos por el bosque en la mañana, preparen las armas porque mañana será horrible, por hoy descansamos. —Ordenó Dandara.
Dormimos un día más montando guardia, aunque Friedrich ya no era el mismo, o al menos es lo que yo estaba notando su mirada distante. Quería saber qué pasaba por su cabeza, así por lo que decidí quedarme a ayudarlo con la guardia.
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El Destino del Villano. (1/3)
HumorUn mundo que ocurre mucho después del nuestro, un mundo destruido donde los dioses son crueles. Una universidad de la que nadie sale. Cinco países, un héroe y un villano por país. Sean es elegido como villano, pero existe una profecía que acecha a...