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KALEA

Abro mis ojos al sentir un mareo repentino al igual que una sensación de ahogamiento. Abro mi boca en busca de aire al sentir que no podía respirar bien, todo a mi alrededor daba vueltas y estaba completamente oscuro. Al sentir que el aire entraba cada vez más a mis pulmones examinó con la mirada el lugar en donde me encuentro. Estaba en una jaula de un tamaño algo grande, fuera de esta había cuatro pequeñas paredes que parecían asfixiarme pues solamente tenía el espacio necesario para la jaula de metal oxidado. Dentro de este había varias cajas al igual que algunas bolsas y barriles.

Mi cabeza parecía que en cualquier momento explotaría, trataba de recordar como llegue a este lugar pero no recordaba nada, no sabía quién era, como llegue aquí, solo recordaba mi nombre, Kalea.

La caja comienza a tambalearse un poco por lo que me tengo que sostener de esta misma, después de unos segundos comienza a subir rápidamente. Mi corazón parecía que se encontraba en mi garganta, pues mi respiración y palpitaciones eran fuertes e irregulares. El miedo empieza a llegar a mi cuerpo por lo que rápidamente comienzo a buscar algo de ayuda en las cajas. Unas iniciales están escritas en estas por lo que paso mi mano por la palabra, CRUEL. Cuando por fin ignoro esto abro la caja y busco algo que me pueda ayudar, sin embargo solo había ropa y otras cosas para la higiene personal.

Tomo una en la que encuentro suministros para la cocina, encuentro platos, vasos, cubiertos y por fin un cuchillo pequeño pero con su hoja muy filosa. Sonrió y cierro nuevamente la caja me voy a una esquina la cual está escondida por todo lo que la cubre así que ahí me escondo.

La caja sigue subiendo y el frío se hace presente, pues el lugar era húmedo, trato de bajar un poco más el short que traigo, es de tiro bajo con un color entre marrón y verde, aparte de ser muy pequeño. La blusa que traigo es algo delgada y ceñida al cuerpo, es de color negro y de tirantes.

La caja deja de subir y una luz verde se enciende junto con una fuerte alarma que hace que suelte el cuchillo para cubrir mis oídos. Cuando el sonido se deja de escuchar vuelvo a tomar fuertemente el cuchillo y me pongo alerta. La iluminación del cielo recae en la jaula haciendo que tenga que cerrar un poco mis ojos para acostumbrarme.

Las rejas de arriba son abiertas y alguien entra a la jaula de un salto. Sus pasos son firmes y parecen recorrer todo el lugar. Escondo el cuchillo en mi espalda, debajo de mis shorts y blusa. Los nervios y el miedo siguen apoderándose de mi pero hago todo lo posible para calmarlos.

—Sal de tu escondite novato—Una voz gruesa y varonil habla, me hago un poco más pequeña en mi lugar y cuando siento que el hombre se acerca hacia acá cierro los ojos, fingiendo estar inconciente.

𝐂𝐇𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐋𝐈𝐏𝐒             | Minho   ᵗᵐʳDonde viven las historias. Descúbrelo ahora