KALEA
Mis ojos se abren lentamente, pero inmediatamente se cierran al ser encandilados por la luz de la habitación. Cuando por fin se acostumbran a esta inspecciono la habitación. Era como una pequeña cabaña —un poco destruida— y se encontraban varios objetos de hospital, como medicamentos, vendas, gasas y más cosas. Un espejo roto llama mi atención y lentamente me dirijo hacia el, era de cuerpo completo sin embargo no me podía observar bien por los pequeños cristales que le faltaban.
Mi cabello es castaño y me llega hasta la cintura, es un poco ondulado. Mis cejas no son ni tan finas ni tan gruesas, mi nariz es puntiaguda y finita, mis labios son un poco gruesos y rosados,mis pestañas son algo largas y mis ojos son grandes con un color entre gris y azul, muy lindos, un color carmesí adorna mi frente y una pequeña herida con sangre seca se encuentra ahí. Mi mirada se dirige a mi cuerpo, es pequeño y delgado, mi ropa sigue mojada por lo que deduzco que me desmaye hace poco.
Camino a paso rápido hacia la ventana, la tormenta sigue cayendo con intensidad, pareciendo que el cielo estaba apunto de caerse. Varios de los chicos se encontraban haciendo algo debajo de algo que los resguardaba de la lluvia, volteo la cabeza al escuchar que alguien entra a la habitación. El mismo moreno de hace un rato aparece y camina a pasos firmes hacia acá.
—Espero que ya no quieras matar a nadie, novata—su voz sale dura y áspera, como si estuviera enojado conmigo. Bueno, tiene razones para estarlo.
—No quería matar a nadie—vuelvo a dirigir mi mirada hacia la ventana, sin embargo, sigo alerta por cualquier movimiento que haga el moreno—solo quiero salir de este lugar—escucho como sus pasos se detienen cerca de mi y volteo a verlo. Tengo que subir la mirada un poco pues me saca una cabeza.
—parecia que querías matar a mi mejor corredor—¿Corredor? Que era eso. Me mira fijamente como si quisiera escanearme con la mirada.
—No quiero hacerles daño—antes de continuar el moreno me interrumpe.
—Nosotros tampoco queremos lastimarte—sus palabras a pesar que salieron ásperas tenían un toque de sinceridad.
—Solo quiero salir de aquí, estoy aterrada ¿Por qué no recuerdo nada?—Mi voz sale un poco entrecortada y chillona.
—Eso te quería explicar, pero decidiste ser violenta con uno de mis corredores—sigo sin entender el termino "corredor"—Toma asiento—señala una silla de madera que hay en la pequeña habitación o cabaña. Hago caso a su indicación y el se sienta en otra silla que se encontraba un poco más alejada—Todos aquí llegamos igual que tú, confundidos, con miedo y sin recordar nada de nuestro pasado—ponía demasiada atención a sus palabras, tenía demasiadas preguntas sin respuesta y espero que él las responda—Recordaras tu nombre en un día o dos—Kalea, eso sí lo recuerdo.
—Kalea—el moreno pareció estar un poco confundido por lo que vuelvo a hablar—me llamo Kalea—el asiente para seguir hablando.
—No sabemos cómo llegamos aquí, ni como salir—guardo silencio unos segundos—solo tenemos con certeza que la única salida es el laberinto—¿Que laberinto? El moreno parece que leyó mi mente pues siguió hablando—las puertas por las cuales estabas por escapar son un laberinto, el cual cambia todas las noches—Malditos enfermos los que nos pusieron aquí.
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𝐂𝐇𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐋𝐈𝐏𝐒 | Minho ᵗᵐʳ
Hayran Kurgu𝐂𝐇𝐄𝐑𝐑𝐘 𝐋𝐈𝐏𝐒 Kalea, una joven de una belleza extraordinaria, llega inesperadamente a "El Área", un misterioso lugar habitado únicamente por chicos atrapados. Cada mañana, estos jóvenes se enfrentan al peligroso desafío de encontrar una sali...