Ya es jueves y el tiempo ha pasado volando. Aunque no quisiera irme porque he estado muy a gusto con mi familia, ha llegado el momento de partir hacia Mochis. Estos días con ellos han sido increíbles, llenos de risas, pláticas y buenos momentos que no quería que terminaran. Pero, la responsabilidad llama y tenemos que checar que todo esté listo para el concierto de mañana. La emoción y la anticipación son grandes, y sabemos que cada detalle cuenta para que todo salga perfecto.
Rentamos una casa por allá, un lugar que será nuestro durante estos días. Apenas llegamos, nos instalamos rápidamente y sin perder tiempo nos dirigimos directo al lugar del concierto. El objetivo era claro: ver cómo están organizando el escenario, asegurarnos de que todo está en orden y resolver cualquier inconveniente que pudiera surgir. El lugar estaba lleno de actividad, con gente yendo y viniendo, cada uno en su tarea para que todo quede listo a tiempo.
Después de checar todo, y viendo que las cosas iban bien, decidimos que era momento de relajarnos un poco y nos fuimos a comer. La comida estuvo buenísima aunque no se compara para nada con la comida de mi familia, realmente disfrutamos ese momento. Fue una pausa necesaria después de tanto ajetreo y nos permitió cargar energías para lo que queda por hacer.
Los plebes, después de comer, se sintieron un poco cansados y quisieron irse de vuelta a la casa. Así que los dejé ahí, ya instalados y descansando. Pero para mí, el día aún no había terminado. Todavía tenía cosas pendientes, cosas que necesitaba resolver antes de que cayera la noche.
Me dirigí a la plaza para comprar unas cosas que me hacen falta para mañana. La lista de pendientes no era muy larga, pero sí con detalles importantes que no podía dejar para último momento. Necesitaba asegurarme de tener todo lo necesario para que el concierto salga a la perfección. Caminar por la plaza, entre la gente, sintiendo la vibra del lugar, me recordó lo mucho que disfruto estos momentos, incluso cuando estoy ocupado.
Iba tan perdido en mis pensamientos, pensando en todo lo que tenía que hacer para el concierto de mañana y en lo bien que la había pasado con mi familia, que ni me di cuenta de que venía una muchacha de frente. De repente, ¡zas!, terminamos chocando. Se los juro, era una muchacha muy linda.
Medio apenada, se disculpó rápidamente por el choque, y yo le sonreí tratando de calmar la situación, le dije que no se preocupara, que también había sido mi culpa por ir tan distraído.
Para romper un poco la incomodidad del momento, le pregunté si estaba bien y me respondió que sí, con una sonrisa nerviosa. Luego, ella me devolvió la pregunta y le contesté que también estaba bien, que no había pasado nada. Mientras tratábamos de sacudirnos del pequeño momento incómodo, se acercaron sus amigas. Una de ellas me miró con curiosidad y, de la nada, me preguntó si yo era Alexis, el amigo de Oscar.
Sonreí y asentí, y eso pareció relajar a todo el mundo. Nos pusimos a platicar un rato ahí mismo, en medio de la plaza. Hablamos del concierto, de cómo nos sentíamos con respecto a lo que iba a pasar mañana, de los artistas que más esperaban ver y de lo emocionados que estábamos todos. La conversación fluyó bastante bien, con risas y comentarios entusiastas de por medio. Me sentí bastante a gusto, a pesar del pequeño extraño comienzo.
Después de un rato, nos despedimos y cada quien siguió su camino. Pero, ¡fuck! Me olvidé completamente de preguntarle su nombre y pedirle su insta a la muchacha linda con la que choque. Me quedé con esa sensación de que debí haberlo hecho, pero ya no había remedio. Ojalá mañana me la encuentre en el concierto y tenga la oportunidad de hablar con ella de nuevo. No puedo dejar de pensar en ella, así que espero tener otra oportunidad para conocerla mejor y esta vez no olvidar preguntarle su nombre. Quién sabe, tal vez el destino tenga algo guardado para nosotros y nos vuelva a cruzar en el camino.
Finalmente, después de ese pequeño accidente y hacer las compras, regresé a la casa. Aunque el día había sido largo, me sentí satisfecho con todo lo que logramos. Ahora, solo queda descansar y esperar que mañana todo salga según lo planeado.
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𝖨𝗆𝗉𝗈𝗌𝗂𝖻𝗅𝖾 |𝖠𝗅𝖾𝗑𝗂𝗌 𝖥𝗂𝖾𝗋𝗋𝗈
FanfictionImagina estar en medio de una multitud, donde la música late en sincronía con los corazones de todos los presentes. Las luces de neón destellan sobre el escenario, y todo lo que puedes oír es el ritmo envolvente de Oscar Maydon que marca el pulso de...