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Son las 4 de la tarde y ya estamos todas en el depa

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Son las 4 de la tarde y ya estamos todas en el depa. Aunque el concierto empieza a las 9:30, ya estamos empezando a alistarnos. Sí, sé que parece súper temprano, pero tenemos planes de precopear y además queremos llegar con tiempo para no perdernos nada. Así que la decisión fue empezar desde ya.

Nos estamos turnando para usar los baños porque, aunque el depa es genial, solo tiene dos baños y somos varias. Así que mientras unas se bañan, las demás estamos ocupadas en otras cosas. Yo, por ejemplo, ya me di un baño rápido y ahora estoy frente al espejo, debatiéndome entre dos outfits y todavía no me decido. Por un lado, tenía este conjunto increíble que había comprado especialmente para esta ocasión, pero por otro, había otro outfit que también me encantaba y que tenía guardado desde hace un tiempo, esperando el momento perfecto. ¿Qué hacer? La indecisión estaba a tope, y cada vez que le preguntaba a alguien, todas tenían opiniones distintas.

Mientras tanto, la emoción seguía creciendo. El ambiente en el depa es súper divertido. La música está a todo volumen y todas estamos emocionadas. Hablábamos del setlist, de lo genial que va a ser el concierto, y de lo que haríamos después. Era como si el tiempo se moviera más rápido porque, de repente, ya eran casi las 5:30 y todavía estábamos en el proceso de decidir algunos detalles de nuestros looks. Algunas están terminando de maquillarse, otras están eligiendo sus accesorios, y hay quienes ya están casi listas, ayudando a las demás con sus peinados.

Las risas y los comentarios no paran, cada una con su estilo único, intentando que todo quede perfecto. Nos pasamos los labiales y las sombras de ojos, probamos diferentes peinados y nos tomamos fotos para ver cuál es el mejor ángulo. Todo esto mientras seguimos con nuestras charlas sobre el concierto, imaginándonos cómo será, qué canciones tocarán primero y cuál sería la mejor canción para el cierre del show.

Yo seguía sin decidirme por un outfit. Me probaba uno, luego el otro, y así sucesivamente. Al final, decidí hacer una mezcla de ambos conjuntos. Un poco de esto, un poco de aquello, y tenía un outfit único y totalmente mío. Sentía que había ganado la batalla de la indecisión y estaba lista para lo que viniera.

El reloj no se detenía y, antes de darnos cuenta, ya eran casi las 7. Había que acelerar el paso. Las que ya estaban listas comenzaron a preparar las bebidas para el precopeo, mientras las demás seguían con sus retoques finales. La energía en el depa era contagiosa, cada minuto que pasaba nos acercaba más al momento esperado.

Finalmente, a eso de las 8, todas estábamos listas. Nos tomamos un momento para admirar nuestros looks en conjunto, sacamos un montón de fotos y brindamos por la noche que se avecinaba. Entre risas y brindis, comentábamos lo genial que sería el concierto, y las expectativas seguían subiendo.

Salimos del depa con tiempo de sobra, listas para disfrutar del precopeo. La noche prometía ser épica, y todo el esfuerzo de alistarnos con tanta anticipación valdría la pena. Mientras conducimos, el ambiente de la ciudad parecía alinearse con nuestra emoción.

Sí, nos habíamos preparado durante horas, pero esa era la mejor parte. Compartir esos momentos previos, con toda la emoción y la anticipación, hacía que todo valiera la pena. Estábamos listas para una noche inolvidable, y sabíamos que, sin importar lo que pasara, sería una experiencia que recordaríamos siempre.

Cada segundo en el coche, cantando nuestras canciones favoritas, riendo y bromeando, hacía que el trayecto se sintiera especial. El tráfico no nos importaba, ya que cada luz roja era solo una excusa para tomar otra foto, retocar el maquillaje o comentar cómo se veían nuestras amigas.

Llegamos al lugar del precopeo y todo el mundo parecía estar igual de emocionado que nosotras. Nos reunimos con más amigos, las risas y las charlas no paraban. Nos contamos anécdotas, hicimos planes para después del concierto y seguimos tomando fotos para capturar cada momento.

Finalmente, la hora del concierto se acercaba. Nos dirigimos al recinto con tiempo suficiente para encontrar nuestros lugares. La multitud estaba igual de emocionada, y podías sentir la energía en el aire.

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𝖨𝗆𝗉𝗈𝗌𝗂𝖻𝗅𝖾 |𝖠𝗅𝖾𝗑𝗂𝗌 𝖥𝗂𝖾𝗋𝗋𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora