Capítulo 12

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"Y sí

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"Y sí... Tal vez... Ella ocultaba algo... Algo como..."

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Bruno

Su cabello rubio, ojos de zafiro, piel de porcelana, labios gruesos y firmes, pestañas largas, nariz pequeña y respingada, belleza angelical y cuerpo de diabla...

Me imagino como serán sus senos... Grandes... Pálidos... Pezones pequeños... Llevo rato admirando su foto, sintiendo la dureza en mi miembro, imaginándola, suplicándome piedad...

Lo mío contra ella, ya no tiene que ver con Marco, sino con su cuerpo... Golpeada... Cubierta de mí... Inmortalizada en un cuadro para ser mía por siempre...

Solo le bastó verme una vez, para hechizarme como ninguna puta ha podido, la única mujer que se ha atrevido a insultarme, necesito demostrarle quien soy, no soporto que me rechacen, que me humillen, ella lo hizo...

Y lo pagará...

Aunque Marco muera, ella quedará para mí...

— Vas a ser mía, florcita...— susurro desabrochándome el pantalón...

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Isabella

Corro por la casa de mis abuelos en Chile, con un vestido mucho más largo y grande de lo que me corresponde, muerta de la risa me escondo en el armario de sombreros de mi abuelo.

Escucho sus pasos afuera.

— ¿Dónde estás, pequeña? — juguetea con las palabras— Te voy a encontrar...

Sin dejar de reír en ningún momento mi padre abre las puertas del closet a lo que respondo lanzando un grito, me toma en sus brazos sin dejar de hacerme cosquillas.

— Te dije que te encontraría, pequeña... Siempre lo haré...

Dejé de escuchar a todos hace mucho tiempo y me hundí en los recuerdos...

— Atacaron el auto de tu padre, lo lamento mucho...

La voz de Ítalo hace eco en mi alma y en mi trance, no entiendo lo que me dicen, ni en qué momento pasé de estar de pie a estar sentada, ni mucho menos en qué momento me pusieron un paño frío en la frente.

Kathia me habla a mi izquierda, Ítalo a mi derecha, alguien quita a Evan de enfrente para ubicarse en su lugar y tomar mi rostro con sus manos.

— Ey bombón...— la voz de Marco me trae al presente nuevamente— Tu padre está vivo...

Salgo del trance con sus palabras, es cuando caigo en cuenta que tuve una crisis de pánico después de muchos años.

— ¿Qué? — balbuceo.

Gunpowder (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora