Sentía la respiración de Yeonjun muy cerca mío y me era imposible mover mis manos, ya que él las tenía sobre mi cabeza sin soltarlas, su cuerpo pegado al mío y su vista posada en mis labios.
-¡Suéltame!- Hablé intentando ocultar mi nerviosismo, y me salió bastante bien a decir verdad, parecía hasta seguro de mis palabras.
- No lo haré, niño- Dijo mirándome de arriba a abajo- ¿Recuerdas? Ahora eres mi puta personal.- Habló en tono burlón mientras acercaba aún más su cuerpo al mío y llevó sus labios a mi oído erizando mi piel y odiaba que lograra ese efecto en mi.- Debes complacerme, siempre.
- N-No lo haré- Hablé "bastante" seguro de mis palabras, aunque a este punto ni siquiera sabía que era lo que estaba diciendo.
- ¿Ah, no?- Me preguntó levantando una de sus cejas sin separarse de mi.
-No.- Dije cortante sin quitarle mi vista de encima, era un juego de mirada que ninguno de los dos quería perder, sus ojos cafés eran profundos y sin brillo haciendo que pierda el control en algunos momentos pero luego volvía a tenerlo.
- Entonces me temo que esto...- Habló tomando mi trasero con una de sus manos y dándole un corto apretón que me hizo morder mi labio sin razón.- Será estrenado por todos los convictos de la prisión, y créeme, podré ser brusco mientras te follo, pero aquí hay peores bestias que yo para abrir tu culo virgen.
Tragué duro ante sus palabras, eran tan crudas pero al mismo tiempo un golpe de realidad para mi débil mente.
-S-Se defenderme.- Intenté inventar, había aprendido algo de defensa personal antes de venir aquí pero estaba seguro de que no me serviría para absolutamente nada.
Él sonrió ladino y de la nada dió un paso atrás volviendo a examinar mi cuerpo, alzó otra vez su ceja, para luego sonreír en tono burlón.
- Niño, gente como tú, termina muerta al segundo día de entrar aquí, solo mírate, lo mejor que te pudo ocurrir aquí, soy yo.- Volvió a acercarse a mi haciendo que nuestros labios rozaran, pero yo desvíe mi mirada.- Eres travieso y atrevido, me gustaría saber cómo serás cuando te rompa ese culito enorme que te traes, de seguro eres de los que se hacen los malditos hombres pero luego piden a gritos por más.- Habló sonriendo y volví a mirarlo esta vez sorprendido, cosa que aprovechó para sin mi consentimiento darle una lamida a mis labios, haciendo que otra vez mi piel se erizara por tal cercanía, no entendía que me estaba sucediendo pero quería que parara.
- ¿V-Vamos a la celda?- Pregunté tragando duro mientras evitaba su mirada, pero sin embargo podía ver una sonrisa ladina en su rostro.
Él de la nada se dió media vuelta y comenzó a caminar rumbo fuera de los baños, suspiré tranquilizándome, subí rápidamente el cierre de el conjunto amarillo y comencé a caminar detrás de él a paso rápido, ya que un paso suyo eran prácticamente diez míos, claro que siempre me mantenía detrás de el no a su lado, ya sea cosa que se pusiera como un loco por invadir su espacio.
Al pasar por los pasillos junto a Yeonjun los convictos y hasta los guardias de menor rango agachaban su mirada, cosa que no pasó desapercibida para mi, le temían, podía verlo en sus miradas, era cierto que era el Rey de aquí, nadie se atrevía a mirarlo a los ojos, increíble.
Seguimos caminando por los pasillos y en un momento de unas de las celdas un debilucho fue tirado, chocando con Yeonjun y cayendo al suelo, mierda, esto no podía salir para nada bien.
- Y-Yo, l-lo s-siento, M-Minho, n-no q-quise...- Temblaba descontroladamente y luego me miró buscando ayuda, solo pude mirarlo con demasiada tristeza, pero luego me di cuenta que la misma mirada de auxilio que él me estaba dando era la que yo le di a aquel hombre en las duchas y este no hizo nada para ayudarme, no iba a hacer lo mismo definitivamente no.
Así que cuando el pelinegro alzó su brazo para golpear a aquella víctima yo me coloqué frente a él cruzándome de brazos, todos incluido Yeonjun me miraban con una increíble sorpresa en sus expresiones.
-¿Qué mierda haces, niño?- Me preguntó claramente enojado a lo que yo tragué duro. - Solo...déjalo pasar, por favor...- Lo miré pidiéndoselo directamente desde mi corazón, él me miró y luego a su alrededor notando las miradas de todos sobre él, apretó su mandíbula.
- ¡Hazte a un lado! ¡Esto no te incumbe!- Me gritó y yo suspiré decepcionado.
-No, no me iré.- Dije seguro de mis palabras pero él simplemente me empujó haciéndome chocar contra la pared.
Mire hacia otro lado cuando oí los primeros golpes y los quejidos de dolor de aquella víctima, lo odiaba, odiaba a Choi Yeonjun, demasiado.
Los golpes cesaron y sentí como me tomaba del brazo y era jalado por los pasillos, al pasar junto al cuerpo golpeado de aquel debilucho simplemente pude agachar mi mirada, no había logrado salvarlo. Llegamos a la celda y me tiró dentro haciéndome caer contra el suelo para luego pararse frente a mí.
-¡¿Por qué mierda te metiste!? ¡No tenías nada que hacer ahí, niño!- Me gritó claramente enfadado, pero él no era el único que lo estaba.
-"¡¿Por qué mierda me metí!?"- Repetí su pregunta gritando enojado, demasiado lo cual le sorprendió.- ¡No lo sé! ¡Tal vez porque estabas golpeando a alguien que no lo merecía!? ¡Era una puta víctima y sin embargo lo golpeaste hasta dejarlo inconsciente!- Le grité finalizando mis palabras.
El me miró por unos segundos y luego pateó la litera fuertemente haciendo que esta se moviera.- ¿¡Que mierda querrías que hiciera!? ¡Todos estaban mirándome!- Se intentó defender
-¡¿De veras!? ¡¿Esa es tu excusa!?- Pregunté enojado y él tomó aire para luego suspira.
- Mira, niño.- Habló calmado, haciéndome saber que mi teoría de que era bipolar estaba en lo cierto.- Como ya sabrás yo soy el jefe de aquí, el "rey", si dejo pasar una cosa, por mas mínima que fuera, la gente va a tomar eso como un acto de debilidad, yo no quería golpearlo, pero no puedo simplemente dejarlo pasar.- Finalizó, no lo entendía, solo lo hacía por poder, lo cual me enfadaba aún más.
- Ya.- Dije sin querer seguir con la conversación.
Él suspiró y simplemente salió de la celda dejándome solo en esta.
Este hombre era raro, y me haría perder los estribos más de una vez, pero no estaba seguro de en qué sentido.
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EL CONVICTO - YeonGyu
FanfictionChoi Beomgyu es condenado injustamente a quince años encerrado en una prisión de mala muerte, sabiendo que con su estructura física no duraría siquiera un día allí. En cada prisión hay un rey ¿No? Pues en esta era Choi Yeonjun, todos le temían y con...