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Aquella noche era nublada, los truenos y relampagueos retumbaban por toda la casa Cullen.

Todos estaban concentrados en lo suyo, sin embargo una chica de cabellos negros estaba teniendo una visión que hizo que el plato que tuviera en sus manos se cayera, alertando a todo en la casa que ya habían aparecido frente a ella en cuestión de segundos.

— Alice, ¿qué ocurre? - el rubio mayor se acerca a su hija quien da dos saltos con efusividad noqueando con confusión a todos — De acuerdo.

— Ellos ya vienen — la chica voltea a ver a su hermano de rizos, tenía el rostro levemente fruncido, como ya es normal en él, no es hasta que recuerda las primeras palabras que su hermana le dijo hace más de 100 años.

Todos de inmediato entendieron lo que eso significaba para su hermano, la larga espera que mantenía por fin daría frutos. Era hora que él también tuviera alguien con quien pasarla el resto de su eternidad.

Así que por primera vez desde que Jasper había llegado a esa casa, todos lo vieron sonreír con nerviosismo y felicidad floreciente.

Ella ya venía, ellos ya vendrían.




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Jenna mantenía su vista fija en la ventana, desde hace horas que su tío estaba en el volante para dirigirla a ella y a su hermano a su nueva estancia en Forks.

Realmente ninguno de los tres quería estar allí, pero cada uno de ellos tenían sus razones para hacerlo.

— Seremos los nuevos en la escuela, genial — habla con sarcasmo Jake.

John y Jenna se miraron entre ellos sonriendo — Al menos serán el y la más linda de la escuela —

Ambos adolescentes se imaginaban aquello y sonrieron con egoísmo, la familia Clensen era sin duda una muy conocida cuando vivían en Inglaterra, todos los envidiaban, su piel era perfecta y parecían tener todos los mismos genes de lo increíble que cada uno se miraba.

Aquellos ojos azulados color océano dejaban a más de uno hipnotizado, la cabellera negra era uno distinto, no era el típico oscuro agrietado u opaco, era un negro que te robaba un suspiro de lo brilloso que era. La piel de porcelana que cada integrante de esa familia poseía era envidiable, jamás reseca, jamás con manchas, jamás con granos. Cada uno de los Clensen era perfecto.

Eso era hasta que Jensen y Judie Clensen murieron en un accidente automovilístico.

Los padres de aquellos dos adolescentes habían muerto hace aproximadamente dos meses en aquel pueblo al que se estaban dirigiendo. FORKS.

FOREVER - JASPER HALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora