En un pueblo pequeño era fácil aparentar cualquier cosa fenomenal.
Para los Cullen era demasiado aburrido e interesante volver a iniciar nuevamente su rutina como años atrás.
La llegada de dos hermanos, colocará todo de cabeza, revolcará los coraz...
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La siguiente semana estaba por llegar. Era domingo por la mañana y John había levantado a sus sobrinos para que fueran al bosque con los lobos.
Él debía ver algo con el mayor Black y Jenna debía practicar sus poderes.
Habían quedado que primero comerían hot cakes y luego conducirían para allá.
— Es la primera y última vez que quiero que vayas a la casa de esos chupa sangres — Jenna frunce el rostro, no por cómo lo supo sino que ya estaba harta que le diera tantas advertencias sobre ellos.
Instintivamente había creado una oleada de frío afuera y dentro de la casa, si de por sí ella ya estaba estresada por los sentimientos confusos que el rubio le generaba, lo que menos quería era seguir escuchando aquello de su tío.
— Ellos no son tan malos como creíamos, ni tan creídos como decías — Jake tenía miedo de decir aquello pero aún así lo hizo, tal vez su hermana lo negara pero ambos sabían que su destino era estar en los caminos de los Cullen. Además, su hermana estaba perdiendo la batalla sobre sus poderes y no quería que congelara o quemara la casa.
— En cualquier punto, juntarse con ellos les traerá problemas, lobos y vampiros son enemigos y nosotros también lo somos de ellos, punto — a cada palabra que mencionaba, Jenna se molestaba cada vez más, los tres estaban tan absortos en los sentimientos de por medio que no notaban lo oscuro que se puso afuera, los relámpagos que aparecían y el leve granizo que empezaba.
— Mamá dijo que cualquier criatura de la naturaleza era mi deber protegerlo — repite rechinando los dientes, y es que sus manos ya estaban en puño cerrado, sus finos guantes se estaban congelando con escarcha — Haré caso a lo que mi mamá murió por proteger, créeme que yo también le tengo un odio inmenso a los colmillos, pero ellos son inocentes, no son un riesgo — Jake voltea a ver a la ventana, Forks es conocido por su clima nublado, misterioso, lluvioso y frío. No para que a plena mañana nubes oscuras aparezcan y el cielo brillante se vuelva negro completamente, menos para que caiga granizo o escarcha leve.
Los ojos de Jenna se volvieron en tonalidad morada brillante, John resopló en rendición, no quería venir a Forks por temor a esto, temor a que sus sobrinos fueran los compañeros de la especia que mató a su hermana.
Y es que, eso era algo que Jake y Jenna olvidaban, John era el gemelo de Judie, así como ellos morirían y no podrían sobrevivir por y sin el otro, a él le costaba mucho no acompañarla donde quiera que esté. Ella lo dejó al cuidado de sus hijos, y por más difícil que sea, no los quería en peligro.
Le toma la mano sin importar el ardor por el frío que la chica le ocasionaba — Lo lamento, solo no quiero que terminen igual que ellos, deben tener muchos enemigos por darle la espalda a su especie, no alimentarse como ellos los hace una amenaza, y todos sabemos que meter a la debilidad de una amenaza, jamás termina bien, tú eres el ejemplo — la apunta — Tu debilidad era tú madre, ahora haces lo que está en tus manos para poder vengarla.
