En un pueblo pequeño era fácil aparentar cualquier cosa fenomenal.
Para los Cullen era demasiado aburrido e interesante volver a iniciar nuevamente su rutina como años atrás.
La llegada de dos hermanos, colocará todo de cabeza, revolcará los coraz...
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Después de la semana escolar, era un sábado, Jake había salido a recolectar lo que ocupaba para Jenn en el bosque.
Y en cambio la chica estaba teniendo un sueño algo extraño.
El rubio se mantenía en ese sueño, ella lo miraba como si fuera la persona más hermosa de ese mundo y él parecía adorarla e idolatrarla con la mirada. Como si ella fuera la reina de su mundo.
No estaba muy lejos a la realidad de todos modos.
El rubio se acercó demasiado a ella y ambos pudieron sentir los labios del otro, ella estaba demasiado sonrojada y con los nervios a flor de piel.
Se despierta asustada, no por lo que soñó, sino porque su cuarto estaba medio congelado, la mitad de su pared estaba cubierta por hielo.
Cuando Jake llegó a la casa, había escuchado el pequeño grito de Jenn, subió escaleras de manera rápida y al entrar pudo notar el hielo.
Vio que su hermana no estaba usando los guantes y es que anteriormente había pasado pero ella estando consiente — ¿Qué demonios ocurrió?
— No lo sé, estaba soñando y cuando desperté estaba así — ella intentaba revertirlo, pero era imposible, llevaba intentando hacer eso desde que sus poderes comenzaron a descontrolarse. Por eso usaba los guantes, por que no sabía como revertir las cosas.
— Tío John llamó, quiere que le vayamos a dejar unas cosas al hospital, ¿podrías ir? Tal vez te ayude a calmarte, yo debo empezar con lo que recolecté.
La chica asiente y su hermano se marcha para dejarla asearse.
En toda la semana si había tenido pequeños roces con el chico rubio pero entablado conversación realmente no, quería mantenerse lo más alejada de él y ellos.
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Entra por las puertas, llevaba una caja mediana con lo que le pidió su tío, pero no sabía dónde se encontraba.
Chocó con alguien y se disculpó, la caja estaba por caerse si no hubiera sido por esos grandes brazos que la sujetaron — Estas un poco distraída, soy Emmett — el chico Cullen ya había notado que ella no daba la mano así que le dio el puño cerrado.
Ella no pudo evitar reír un poco y le chocó el puño de igual manera — ¿A dónde llevabas esto? — la chica pudo ver el doctor rubio con el que estaba — Oh, él es mi padre — antes de que Emmett pudiera decir algo el doctor se presentó.
— Carlisle Cullen — no sabía si era por respeto o porque era el padre del chico con el que había soñado pero a él no quería caerle mal, el rubio mayor la saludó de igual manera que su hijo hizo, eso a ella le gustó — ¿Eres la sobrina de John Clensen? — ella asintió no muy cómoda — Acompáñame te llevaré con él.
