Capítulo 10: Amenaza

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-¿Entonces no puedes decirme quién es el que causó aquella desgracia?

-Podría describirlo, si gustas, pero no puedo decirte su nombre ni escribirlo, está maldito, aparece ante todo aquel que lo invoque y, por desgracia, jamás va a aparecer con buenas intenciones.

-¿Y no podríamos simplemente llamarlo para ver cómo es?

-Claro, podríamos hacer eso si tan sólo escuchara, pero no lo hace, lo único que le interesa es matar y te aseguro que está esperando a que alguien lo vuelva a invocar.

-¿Qué quieres decir?

-Ah, claro, no sabes de eso, bueno, tampoco sé mucho.

-Habla.

-Cuando ocurrió la noche escarlata, alguien lo invocó desde aquí, pero lo único que tenía en mente era matar y bueno, lo consiguió hasta que un grupo lo retuvo.

-¿Me estás diciendo que todo lo que nos dijeron en la academia es mentira?

-Depende de qué les hayan contado.

-En pocas palabras, que ustedes fueron los que quisieron atacar, sin razón aparente, hasta que apareció un grupo que los retuvo.

-No recuerdo mucho de aquella época, era un niño, junto con el que les habló aquella vez, pero de algo si estoy muy seguro, nosotros no podemos aparecer en este mundo a no ser que nos invoquen.

-¿Y qué me dices de los ataques de algunos de ustedes?

-¿Qué crees que necesiten para tener algo de conocimiento acerca de nosotros? Exacto, por eso hay una pequeña brecha o portal que nos une, no todos estamos destinados a venir aquí, estamos basados en una jerarquía al igual que aquí.

-¿Entonces los que nos han atacado antes no son más que..?

-Sí, no son más que peones de otros más fuertes, son mandados para ver qué tan poderosos se han vuelto, porque él sabe que lo van a volver a invocar, sólo que nunca nos ha dicho cuando, hay que estar preparados.

-¿Y tú..?

-Yo vine aquí con el propósito de derramar sangre, digamos que incitar a que abran el portal, sin embargo descubrieron que no pienso hacer eso y me castigaron, Rose me salvó de morir.

-De verdad me parece impactante que haya demonios como tú...

-Hasta el momento, hay pocos que son como yo, y siempre resultamos ser amedrentados hasta que forjemos un mejor carácter.

-Nos ayudarás, ¿verdad?

-Haré mi mejor esfuerzo, aunque te aseguro que todos sabrán mi debilidad.

-Por cierto, gracias.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Por proteger a Ammes siempre, ella es muy... Impulsiva.

-Ja, ja, lo es, veo que tiende a querer arriesgarse.

-Claro, desde la academia es así, por eso siempre estaba cuidándola, sé que es fuerte, pero temo que le llegue a pasar algo, además de ser una buena amiga, es como mi hermana, no soportaría perderla...

-Mientras yo viva, ella no correrá ningún riesgo innecesario, así tenga que poner mi propia vida con tal de salvarla.

Sonic me sonrió, parecía pensativo, supongo que es difícil asimilar que uno de ellos causara aquella masacre, y más aún que uno de nosotros esté ayudándolos, estábamos esperando a Rose, pues ya era hora de quitarle su yeso, aunque ya había comenzado a tardarse.

Poco después salió, ya no tenía su yeso pero le siguieron recomendando que no hiciera esfuerzo de más, por lo que nos dijo, fue con Sonic mientras yo regresaba a la cabaña, y estaba bien, se me hace cada vez más difícil aguantar la tentación.

Sally y las demás estaban terminando de decorar cuando llegué, estamos a pocas horas del cumpleaños de Rose.

-Amy no está contigo, ¿verdad?

-Ja, no, está con Sonic, vengo a ver si necesitan ayuda.

-De hecho sí, ja, ja, ¿nos ayudas a colocar este letrero?

-¿Dónde?

-Por allá...

La ayudé cargándola, amarró una esquina, me desplacé aún con ella e hizo lo mismo con el otro lado, ahora ya se apreciaba bien, la bajé y continúo dándome tareas, cuando menos lo esperaba el sol comenzó a ponerse, ya estaba todo listo, poco después llegaron los demás con regalos, ya sólo faltaba la invitada de honor.

Cuando Sonic avisó que ya venían para acá, nos apresuramos a apagar todas las luces y cuando abrieron la puerta, gritamos al unísono: "¡Sorpresa!".

Rose lloró un poco, todavía me sorprende que sea tan sentimental y tan ruda al mismo tiempo, todos se fueron acercando para abrazarla, sólo faltaba yo, ella se acercó primero y me apretujó.

-Felicidades, ya estás más viejita.

-Ja, ja, ya quisieras, tonto.

Me reí y como era de esperarse, todos la empezaron a llenar de regalos, el mío fue el último, conseguí un trabajo durante un tiempo para poder pagarlo, es un vestido que se quedó viendo una vez, le pareció excesivo el precio y por eso no se lo permitió.

Estábamos divirtiéndonos, en algunas ocasiones bailé con Rose, en otras con Sally o Rouge.

Pero todo lo bueno es fugaz, y la fiesta terminó al escuchar un estruendo, parecía bastante anormal pues no había signos de lluvia o relámpagos en el cielo, el aura del bosque cambió y la noche, en vez de ser de un azul oscuro, ahora era ligeramente verdosa, es un símbolo de mal augurio.

Comenzó una tormenta segundos después, sería relajante si no fuera por el simple hecho de que no había nubes que anunciaran su llegada, solo significaba una cosa...

Nos comenzamos a preparar para lo peor, pero nada pasó, estuvimos horas tensos, la tormenta paró y todo seguía tranquilo.

Aún así, no podía ser nada bueno, tal vez había fallado la invocación, pero mo volverán a intentar, todos se comenzaron a ir, mientras Rose y yo comenzamos a idear una estrategia, pues aún siendo muchos no podríamos reducir tanto los daños.

Shadamy: Cazadores de DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora