"A menudo el sepulcro encierra sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd"
Despierto aún en el hospital con ella a mi lado, aún no despierta, pero el medico me aseguró que esta fuera de peligro, me pregunte porque aún no había venido nadie a verla cuando Nattan su hermano, entro corriendo por la puerta seguido de su otro hermano Aggelos, ambos la miraron con tristeza, cada uno de ellos toma una de sus manos y deposita en ellas un tierno beso, Aggelos, además pasa su mano suavemente por la mejilla de Bonnie.—No puedo creer que te pasara esto mi Diablilla ¿por qué a ti? —le dice Aggelos arrodillándose a su lado.
—La vida no puede ser tan injusta —agrega Nattan— no puede darme la hermanita que siempre quise y quitármela de repente, pelea por tú vida mocosa, eres fuerte lo sé, no nos dejes además quien va a pelear con el idiota de Evan ahora, ¿sabes? ¿tienes una idea de lo mucho que va a sufrir él sin ti? porque te digo que hay algo que debes saber de él...
Ejem, aclaro mi garganta antes de que continúe.
—¡Evan! —grita Nattan asustado y confundido— ¿Qué haces aquí y allí?
Nattan se acerca a mí alarmado y Aggelos fija sus ojos en mí algo molesto.
—Bueno... Comí de las mismas papas que ella —le respondo y Aggelos me mira mucho más enojado, lo que me pone nervioso, no le caigo bien.
—¿Tú paquete también estaba contaminado? —me pregunta meditándolo.
—Mm no, ella me dio de su paquete, yo la traje aquí de hecho —los dos se miran y la mirada de Aggelos cambia a una de gratitud.
—O sea que de no ser por ti mi hermana estaría muerta —me dice Nattan también agradecido y haciendo que me duela el corazón solo de pensarlo. Él sonríe y mira a su hermana —, es increíble que ella no se diera cuenta nunca que le amas —continua, toma su mano y me mira, pero yo estoy demasiado perdido en el hecho de que el peligro de perderla aún existe y eso me consume por dentro. Nattan pareció notarlo porque con rapidez se acercó a mí—. Amigo no sigas pensando en ello, mi hermana es muy fuerte y pronto estará bien ya lo verás.
Cierro los ojos deseando que se vayan, me enfada y... me odio por desear que mi mejor amigo y el hermano de la mujer que amo salgan, pero quiero estar solo no sé la razón, de momento me siento irritado con ellos aquí y quiero que se vayan.
Parece que lo notan porque luego de despedirse de ambos se van en busca del doctor.
Me quedé mirándola y me levanto, me acerco a ella y tomo su mano, esta helada, la tomo con ambas manos y le suplico que despierte, le suplico que vuelva a mí, prometo que le contare cada detalle de como he llegado a amarla.
Inicio susurrándole el primer día que la conocí recordé la fecha y se la dije un par de veces, pero ella no responde.
Le hablo de la clase de arte, de cómo amé ganar el concurso de la clase y luego el de toda la escuela, le cuento que quería regalarle el cuadro como ella pidió, pero que lo perdí, así es, lo robaron antes de poder hacerlo y nunca supe quien fue.
Mis mejillas están llenas de lágrimas, su mano esta empapada por ellas, trato de secarlas con la sabana y suspiro.
No soporto verla así, quiero irme así que me quito la aguja con el suero y me visto, la observo por ultima vez y abro la puerta, mis lagrimas siguen empapando mis mejillas, No puedo solo irme, ella me necesita, puedo sentir su presencia instando a la mía a permanecer aquí, a su lado, no puedo explicarlo, solo 'se que si me voy ahora...Ella
No
Despertará.
—Cariño, despierta.
Ruego desde la puerta entre sollozos, mis inspiraciones son bruscas y entrecortadas por lo que pronto comienzo a sentirme mareado, también siento que alguien intenta entrar así que me levanto con dificultad, el doctor que nos atiende, me mira con sorpresa y me ayuda a ir de vuelta a la cama.
—Llame a su hermana le daremos de alta mañana ¿que estaba intentando hacer?
—Irme —respondo—, ya me siento mejor.—Está pálido joven y el doctor aquí soy yo, yo decido cuando se puede ir y debe seguir ciertas indicaciones, le hicimos un lavado y no olvide la razón de ello.
Luego de fulminarme con la mirada manda una enfermera con un calmante que pronto me hace dormir.Pero los sueños no son mis amigos, los medicamentos no pueden calmar el dolor de mi alma; tengo miedo de perderla y no me doy cuenta de cuanto me estoy perdiendo a mi mismo en el trayecto.
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CARIÑO, RESPIRA.
RomanceHabía sido un cobarde. Y al final, importa una mierda que las cosas no salgan como queremos. Una vez escuche que un valiente es aquel que aún con cicatrices en las manos se atreve a seguir. Yo seguí, lo sé, intente ser parte de su vida y lograr que...