Operación Strix . Las Hermanas Forger.

TEMPORADA 1: Operación Strix / Parte 23

Confío en tí, Loid. Vuelve pronto-. Murmuró Amir.

MISIÓN 23: Conociendo a los suegros

-Este juego les está costando, ¿será que no lo consigan? No... eres Twilight, el mejor espía de Westalis-. Murmuró Amir.

-¡¿Un francotirador y trampas?! ¡¿Pero qué clase de torneo es este?!-. Dijo Amir al escuchar todo lo que estaba pasando.

-¿Qué dijiste Amir?-. Dijo Yor.

-Ah, no es nada-. Dijo Amir. -Mierda, me tengo que controlar-. Murmuró Amir.

-¡Sigamos jugando!-. Dijo Anya.

-Ganaron... bien hecho-. Pensó Amir.

-Oigo que una limusina se acerca aquí. Debería ser Demetrius, escucho se respiración a lo lejos. Creo... que eso me relaja-. Murmuró Amir.

-Ya ha pasado un rato. ¿Por qué no vienen todavía?-. Murmuró Amir.

-¡Ah! Mira Amir, ese debe ser Demetrius, ¿no?-. Dijo Yor señalando una limusina que se estacionó cerca de nosotras.

-S-Sí, debe ser el-. Dijo Amir un poco roja. -Mierda, escuchar tu respiración me vuelve loca. Como te odio Demetrius, me has cambiado demasiado-. Murmuró Amir.

Un aura más fría, cruel y corta más de lo normal se bajó de la limusina.

-Ellas deben ser tu madre y hermana, ¿no es así?-. Dijo con una frialdad que ni yo me esperaba. Me gustaba, me recuerdas a mí.

-Mi Padre debe estar por llegar-. Dijo Amir. "Date prisa"-. Pensó Amir. -Seguro no tardará mucho-. Dijo Amir con una leve sonrisa claramente falsa.

NARRA: Amir

Loid, tienes que darte prisa. No quiero hacerle esperar.

-Encantada. Soy Yor Forger, madre de Amir-. Dijo dándole la mano a Demetrius. El solo la miró con una frialdad que no me esperaba.

-Y-Yo s-soy A-Anya-. Dijo mi hermana. Noto como intenta leer su mente.

No puede, no puede leer su mente. Acaso... ¿será más parecido a mí de lo que me imaginaba? Soy alguien que se acostumbró a no pensar delante de mi hermana, por miedo a que me leyera la mente, como ella es alguien que estuvo toda la vida conmigo, me acostumbré, al punto que lo veo completamente innecesario. ¿Tú eres igual Demetrius? Empecé a ser fría y tener la personalidad que tengo gracias a los experimentos que hacían conmigo. Dejé de comprender a las personas, y solo centrarme en mí y mi hermana, ahora en ti también, Demetrius. Creo que somos más iguales de lo que ambos esperábamos. Me gusta...
Padre ya viene... escucho a nuestro coche acercarse, ¿terminó su misión? Seguro que sí. Me alegro... pero a la vez no... Ven rápido para que esto termine lo antes posible.

-Madre... iremos a sentarnos hasta que venga Loid, sigue jugando con Anya, la noto distraída-. Dije a mi Madre.

-Sí-. Me dijo.

-¡Anya! ¡Bond! ¡Chicos! ¡Es hora de volver a casa!-. Dijo mi Madre.

-Realmente tu Padre está tardando-. Me dijo Demetrius.

-No... Lo escucho...-. Dije.

-Yo no puedo escuchar nada-. Dijo Demetrius.

-Sí, míralo. Está allí-. Señalé con mi dedo.

-Vaya, así que están jugando al tenis-. Dijo mi Padre.

Fiona se bajó del coche, segura. Queriendo desafiar a mi Madre a un pequeño juego de tenis.

-¿Un juego de tenis? ¿Ahora?-. Me dijo Demetrius.

-Esperemos... Esto puede ser interesante-. Le susurré a Demetrius. El no contestó.

Hicieron un pequeño campo de tenis marcándolo con un palo en la tierra. Fiona y mi Madre se colocaron para empezar a jugar, sacaba mi Madre. Ambas se prepararon y mi Madre sacó, aunque al sacar la pelota se hizo pedazos.

-C-Creo que te pasaste de fuerza, Madre-. Murmuré.

-Amir, ¿me pasas otra pelota?-. Me dijo mi Madre.

-Sí-. Respondí.

Pude notar la cara de Fiona al ver a Demetrius a mi lado, creo que no se esperaban que fuese el que venía a casa. Lo que me pareció raro es que Loid aún no haya dicho nada. Parecía muy concentrado viendo la rivalidad entre Fiona y mi Madre.

Mi Madre se volvió a preparar para sacar, pero esta vez se contuvo un poco, solo un poco, golpeando la pelota con ua0na fuerza sobre humana. ¿Realmente ser asesina te daba esta fuerza? Pues que suerte. Pude notar el miedo en la cara de Fiona, su odio hacia Yor aumentaba, pero pude notar un poco de admiración un sus ojos. Loid, Anya, Bond, Yo... e incluso pude ver un pequeño signo de asombro en la cara de Demetrius, esa fuerza no era normal. Fiona simplemente no pudo, y su raqueta se rompió. Ella no pudo y se fue con su coche.

-¡Disfruta de esta vida mientras puedas!-. Dijo Fiona a mi Madre antes de irse.

-Maneja como loca-. Dijo mi hermana.

-S-Será mejor que volvamos a casa-. Dijo Loid. -Por cierto. Buenas tardes, Demetrius Desmond-. Dijo Loid.

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-Papi tengo hambre-. Dijo Anya.

-Perdonen, ¿podemos pedir comida?-. Dijo Loid.

-¿El torneo fue duro?-. Pregunté.

-Un poco-. Dijo Loid.

Demetrius y yo estábamos sentados juntos en el sillón de mi casa. Mi padre se sentó frente a nosotros en el sillón de enfrente. Le veía serio, muy serio. Comenzó a hablar.

-Entonces... ¿son pareja?-. Preguntó Loid.

-Sí...-. Afirmé.

-¿Querías que viniera para poder conseguir el consentimiento de estar con su hija verdad? Si no le molesta, démelo-. Dijo Demetrius aún muy seco.

-Se ve que no eres de hablar mucho, de todo el tiempo que llevas aquí casi no hablas. Te pareces a mí hija-. Dijo Loid con una sonrisa en su rostro. Es falsa, lo noto.

-Te doy mi consentimiento, pero me gustaría que mi hija tuviera el de tu padre-. Dijo Loid volviendo a su cara seria.

-Sí... El quiere verla, pero quiere que solo vaya ella a mi casa. Está muy ocupado y no tiene tiempo de estar hablando con padres. Prefiere que sea algo corto-. Dijo Demetrius.

-Estoy de acuerdo-. Dijo Loid. Tocaron el timbre.

-Debe de ser por mí, me voy-. Dijo Demetrius levantándose.

Me levanté detrás de él y le di un pico corto.

-Yo me iré a mi habitación, mañana será un día nuevo-. Dije con mi voz seria. Pude ver un poco de sorpresa en la cara de Demetrius. Creo que el no se esperaba que fuese así con mi familia, y es verdad, con mi familia no soy así, pero no estoy de humos para buenos tratos.

-Hasta mañana-. Dije entrando a mi habitación.

Cuando cerré la puerta quise escuchar lo que diría mi padre a Demetrius.

-Escucha... si le haces algo a...-. Dijo mi Padre, pero fue interrumpido por Demetrius.

-No se preocupe por eso... Yo le quiero. A diferencia de usted, mi padre no discutió conmigo por querer conocer a Amir. Supongo que esa es la diferencia entre ustedes. Aunque mi padre no me dé el mejor trato a mí y a mi hermano...-. No terminó su frase.

-Tal vez tengas razón, pero yo lo hago por ella, porque la quiero-. Dijo Loid.

-Por tu misión-. Murmuré.

-Bueno, me tengo que ir. Hasta pronto-. Dijo Demetrius saliendo de la casa.

-Realmente es un chico raro...-. Dijo mi Madre cuando Demetrius se fue.

-Sí, pero es bueno que tenga lazos estrechos con alguien como él-. Dijo Loid.

-No puedo leer su mente-. Murmuró Anya, solo yo la escuché, tenía razón. El es como yo.