uno / beomgyu

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—¡Maldito pedazo de mierda, hijo de puta! 

—beomgyu gritó, agitando el puño ante la pesadilla actual de su existencia—. Fuiste puesto en esta tierra para atormentarme, ¿no es así, engendro de Satanás? Ni siquiera intentes negarlo.

La fotocopiadora, de hecho, ni siquiera intentó negarlo.

—Eso es lo que pensé —murmuró beomgyu, sintiéndose un poco engreído. Entonces, recordó que estaba hablando en voz alta con un objeto inanimado a mitad de la noche, y toda su autosuficiencia fue olvidada. Echó un vistazo rápido a su alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca. Generalmente era bastante bueno tratándose de controlar su sucia boca en mitad del trabajo, pero en esos momentos no estaba del todo seguro de lo que había dicho.

La oficina estaba abandonada. giselle, la enfermera a cargo del turno de la noche y su mejor amiga en el trabajo, había dejado su computadora para ir a por un café y bocadillos, y estaba bastante seguro de que las otras enfermeras de la sala de emergencias estaban tomando las siestas en algunas de las camillas de las bahías menos utilizadas por los pacientes.

Era una noche muerta.

beomgyu supuso que debería estar contento por eso, ya que significaba que nadie estaba terriblemente enfermo o herido, pero al mismo tiempo también quería decir que beomgyu tenía el tiempo para ayudar a su cargo y hacerle copias a los nuevos horarios, cosa que requería usar la fotocopiadora infernal. Así que sus emociones estaban un poco en conflicto.

La fotocopiadora que actualmente estaba poseída, se negaba a copiar y también se negaba a decirle a beomgyu el por qué.

—¡Agh! Me rindo. Ganas de nuevo, demonio.

—gyu, por favor, deja de hablar con la fotocopiadora. Es preocupante.

beomgyu saltó ante el sonido de la voz de giselle. Ella había aparecido en la puerta con cafés en la mano y algunas bolsas de papas fritas asomándose del bolsillo de su bata.

beomgyu inmediatamente se sonrojó por haber sido atrapado, jodidamente odiaba el sonrojarse tan fácilmente, pero aún así consiguió defenderse. 

—Esa bestia fue quien comenzó.

—Sé un buen chico, aléjate de la fotocopiadora y bebe tu café. Aprecio que trates de ayudarme, pero no a riesgo de tu cordura claramente frágil.

Estuvo tentado a sacarle la lengua, pero era un profesional, maldita sea. Así que tomó el café con una rápida sonrisa de agradecimiento.

beomgyu estaba llegando al final de su segundo año de trabajo nocturno en la sala de emergencias, pero las cosas eran demasiado impredecibles como para que pudiera acostumbrarse a cualquier tipo de rutina. 

El hospital quedaba en una ciudad pequeña, pero las montañas alrededor de Hyde Park, Colorado, atraían a turistas amantes de la naturaleza, y eso significaba que algunas noches parecía que todos y sus madres necesitaban ser revisados, mientras que otras noches no aparecía ni un solo paciente.

Era difícil permanecer despierto en las noches más lentas, pero sabía que siintentaba tomar una siesta como lo hacían algunos de los otros enfermeros, terminaría alterando su ciclo de sueño. Siempre que tenía tiempo trataba de ayudar a la enfermera a cargo con algunos de los deberes, pero a veces terminaba siendo más un obstáculo que una ayuda.

—Vi a soobin en la cafetería. Me dijo que te dijera que vayas a verlo, si no estás ocupado.

beomgyu puso los ojos en blanco antes de poder detenerse. Por supuesto, soobin había utilizado a otra persona como intermediario en lugar de venir a buscar a beomgyu él mismo.

Vampire's mate [taegyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora