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Choi Yuna

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Choi Yuna.

Estaba en problemas.

Mi cabeza giraba y no solo por qué ese tonto me dejó casi sin aire, la situación era increíble. No entiendo como mi padre estaba envuelto en tratos sucios con esta gente. No tenía idea de como solucionarlos, podían irlo a buscar, pero si hablaba con la policía, podrían hacerme algo peor, no sé qué hacer.

—Será mejor que te largues.

Escuché que dijo el grandote calvo. Quería hacerlo, pero tenía intenciones de preguntar más.

—¿Qué tratos tiene con vuestro jefe? ¿Qué traición?

—Son asuntos confidenciales.

—Pero...

—Oye, ¿de verdad viniste para eso o para follar con alguno de nosotros?

Tragué saliva por lo que decía, y es que estando o no drogado, ese tipo esa así de asqueroso.

—Sigues siendo un completo bastardo.

—Ay... ¿Por qué tan enfadada? —Abrió la boca en señal de sorpresa— No me digas que tu papito estiró la pata.

Quería abofetearlo y molerlo a golpes, pero sería mejor guardar mi postura, también valoro mi vida, tampoco es como que me darían respuesta, pero cuándo mi padre despierte, lo confrontaré.

Sin más que hacer o decir, me giré para salir de ahí, y mientras lo hacía pude escuchar el comentario más asqueroso que podía decir Baek.

—Maldita zorra, ¿sigues bailando en ese lugar? Buah, tengo unas ganas de pedir una sesión privada contigo y que muevas tu lindo trasero y en mi polla.

Cerré la puerta a mi paso, sintiendo como el calvo ese me seguía, hasta que llegué a la parte de afuera y cerraron el portón. Apreté mis manos formadas en puños, pero no podía aguantar más y las lágrimas empezaron a salir. Suspiré, pero con el acto de sollozar la garganta me dolía más, dejé de caminar y me detuve en el camino, pero ya no estaba tan cerca de ese horrible lugar. Puse mis manos sobando mi cuello, me ardía bastante.

Era más entendible como era que de pronto mi padre tenía bastante dinero, pero no logro comprender sobre la traición y como es que conoce al jefe de esta horrible organización. No esperé en ningún momento recibir una respuesta como esa, aún peor, no sé qué me duele más, lo de mi padre, las heridas físicas, o las palabras asquerosamente humillantes que he escuchado en mi vida.

Limpié mis lágrimas, y saqué mi móvil, encontrándome con miles de llamadas, la que más destacaban era las de Bora, con sus mensajes incluidos. Quería saber que si estaba bien, que tenía algo importante que decirme, pero solo guardé mi móvil. No quería saber nada, así que decidí irme caminando hasta casa, aunque durara más de 30 minutos caminando.

WARM | KIM NAMJOON [Sinful #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora