Choi Yuna
Regresé de dejar un par de platos de comida, en una de las mesas del final. Dejé la bandeja sobre el mostrador.
En los últimos días, solo me he dedicado a estudiar, ir a trabajar y ayudar a mi padre en el restaurante. Los días han sido tan pesados, demasiada presión. He tratado de sobrellevarlo, pero me preocupa el ritmo que llevaré dentro de dos semanas, cuándo me toque iniciar con el proyecto.
Había estado tan concentrada en las necesidades del hogar, que ilógicamente se me olvidó pensar en mis sentimientos. Después de que me intoxiqué con alguna comida, a penas pude trabajar en el club, que fue un fastidio, ya que no obtuve suficientes ganancias. Al menos agradezco que no tuve problemas con la escuela, por qué los niños habían entrado de vacaciones. Estuve tomando tantas pastillas, que solo me hacen sentir más cansada.
Aproveché a dibujar un par de garabatos cuándo no me sentía inspirada, y leer por encima un par de libros que ni siquiera acabo.
Levanté mi cabeza ante el extraño escándalo. Alguien en la mesa de al lado donde había atendido recientemente, un hombre estaba gritando y alterando a las personas. Di la vuelta al mostrador para acercarme un poco.
—Lo lamento, señor, ¿ocurre algo malo?
Este, un poco desorientado volteo a verme. Soltó el cuello de la camisa de la persona que estaba a su lado. Me asusté un poco por la forma en la que me observaba.
—¿Dónde diablos está el dueño?
—Justo ahora no se encuentra, tenía que ir a comprar ingredientes para...
—Ese maldito desgraciado, dime donde lo encuentro mocosa. —Su cuerpo vino directamente hacia mí, lo que me hizo retroceder. Los demás clientes parecían estar nerviosos, por ello me tocaba mantener la calma. Tragué saliva, al no saber qué hacer más que calmarle. — Por lo visto trabajas aquí, ¿no eres la misma puta que baila en el club ese famosillo?
Mi cuerpo tembló, me hacía falta el aire. Me sentía sumamente avergonzada por sus palabras, teniendo en cuenta todas las miradas y murmullos de fondo.
—Por favor, señor, le pido que se retire.
Rogué tratando de mantener la calma.
—El estafador de Chinmae tiene a una puta trabajando en su bar, tiene sentido.
Mi labio inferior empezó a temblar de la impotencia que me estaba dando, no tenía idea de como defenderme, digo, cualquier cosa que dijese podría hacerme quedar en más vergüenza. Mi cuerpo tembló más en cuánto sentí a alguien pasar a mi lado e irse hacia aquel señor.
Se trataba de Rowoon. Tomó el brazo del hombre con fuerza, pasándolo detrás de su espalda, haciendo que se quejara porque lo lastimaba.
—¿Qué cree que hace señor? No puede venir a hacer un escándalo a este lugar, así que váyase ahora antes de que lo saque a golpes.
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WARM | KIM NAMJOON [Sinful #2]
FanfictionPor qué ese día en que 𝗖𝗵𝗼𝗶 𝗬𝘂𝗻𝗮 olvidó su cuaderno en la biblioteca, no sería una coincidencia, ni tampoco ver al hombre de hoyuelos que se volvería el control del actuar de su cuerpo. Y mientras se avecinaba la avalancha de contratiempo...